Bernardo Urdaneta: «Antes que a entrenar más yo apuntaría a entrenar mejor»

Bernardo Urdaneta es tucumano pero con trabajo y conocimiento trascendió las fronteras del Jardín de la República. El ex pilar del Tucumán Lawn Tennis estuvo 3 años en el sistema de la UAR dirigiendo a Los Pumitas y Argentina XV, pasó por Lomas Athletic en Buenos Aires y ahora está trabajando en el Jockey Club de Rosario, desde donde analizó la actualidad del juego con Rugby.com.ar.

-¿Cual es el balance, hasta ahora, de esta temporada para el Jockey?

-Ya jugamos dos de los tres torneos que teníamos en la cabeza poder jugar este año y la primera sensación es la de haber aprendido muchas cosas como equipo desde el lado de insertarnos en la competencia y de ser competentes con algunas cosas que como idea de juego, y sobre todo como modelo de juego, queremos tener. Más allá de los resultados por ahí vemos, en algunos lugares que son el origen del juego, como nos cuestan los partidos por ejemplo en el scrum o en el line y maul. Creo que es una construcción constante de cosas que son lógicas porque no se puede tener una gran estética de juego si no tenés, obviamente, la obtención. En el torneo local la construcción vino por ese lado, cuando pasamos a otra competencia nos damos cuenta de que tenemos que crecer en consecuencia de la competencia que es más exigente. Estamos en ese proceso de aprendizaje: para el Torneo Regional fuimos competentes y jugamos la final, y en el Interior nos costó en un par de facetas, desde la obtención. Lo vamos a trabajar y ahí es adonde viene la tercera parte, y también está muy bueno el torneo por que es exigente, competente, muy lindo y te deja mucho aprendizaje cada semana, aparte a los mismos jugadores les gusta jugarlo. Por ese lado, estoy seguro de que al Nacional de Clubes, al que también estamos clasificados, vamos a llegar bien para ponernos a prueba.

-¿Como ves al rugby del interior respecto del de Buenos Aires?

En Buenos Aires la competencia es fuerte todos los fines de semana, no hay descanso. Ya está muy metida la mentalidad de alto rendimiento, dentro de lo que es el amateurismo. No hay relajo y por ese lado la mejora es continua. En el Interior van mejorando las competencias y empieza ese reconocimiento pero Buenos Aires lo tiene ya desde hace años muy incorporado. El Torneo del Interior nos ayuda muchísimo a reconocer esto, cuanto de aprendizaje nos deja en comparación a lo que fue ser finalistas del Torneo Regional. De hecho hubo campeones de distintas regiones que no clasificaron al Nacional de Clubes. Son sensaciones distintas y un gran aprendizaje.

En Buenos Aires no hay fin de semana que vos digás ‘bueno, acá me relajo y descanso’. En el Interior hay más irregularidad pero va mejorando. Los regionales son cada vez más competentes y nos ayudan a crecer, el Torneo del Interior ayuda aún más porque no hay fin de semana para relajarse. Fijate que el campeón del Litoral y el del NOA no pudieron estar entre los tres primeros de su zona.

-¿Cómo se achica esa brecha entre Buenos Aires y el Interior?

-Es la gran pregunta. Pienso que la gran mayoría del rugby argentino depende mucho del trabajo del club, la Primera es una consecuencia de ese trabajo. Aparecen quizás otros caminos y decisiones en Primera pero la mayoría del gen del rugby de Argentina es lo que hace tu club. Si vos sos campeón en Primera es porque el club trabajo bien. En el Jockey, sin dudas, todos los jugadores son formados en el club, como en la enorme mayoría del país, entonces dependen de tener un club ‘campeón’, por decirlo de alguna manera, desde M6 a Primera. Tenemos que esforzarnos en hacer buenos entrenamientos, buenos planes y ser inteligentes. La mayoría dice que todo llega con trabajo, creo que a eso hay que agregarle inteligencia, sino ese camino con el rugby de Buenos Aires no se va a achicar.

 

-¿A que te referís con inteligencia?

-Inteligencia quiere decir con capacidad de nosotros los entrenadores y de los dirigentes para mejorar la parte colateral del jugador. Darle la mayor capacidad de desarrollo a esa persona, y no solo en Primera. Puede denominarse estructura u organización pero más que nada me refiero a rodear el deporte de los clubes con ciencia, con consciencia de desarrollo, de crecimiento y de que los resultados, esos que quieren todos, son importantes pero llegan en consecuencia del rendimiento. Hay que rodearlo al jugador más de eso, al menos para mi sería una buena idea. En Bahía Blanca, cuando fuimos a jugar por el Torneo del Interior, tuvimos la posibilidad de visitar al centro de entrenamiento de Pepe Sánchez que es una cosa impresionante y conversando con él también está esa mentalidad de hacer crecer, no de contratar a los mejores jugadores sino de hacerlos mejores en todos lados, holísticamente. Creo que ese es el deseo del rugby de Argentina.

 

-¿En los clubes hay recursos para eso?

-Necesitas recursos pero se puede hacer. La cuestión, primero, es hacerse las preguntas correctas, determinar objetivos y transitarlos con inteligencia. Tampoco hay una fórmula mágica.

-¿Como hizo el Interior para acercarse a Buenos Aires hace 30 años o más?

-Las épocas no son comparables. Por ahí en algunas cosas se puede pero los individuos son distintos, los que entrenan son distintos y las soluciones del ayer no son a veces las soluciones de hoy. Hoy más que entrenar más yo apuntaría a entrenar mejor. En Jockey hay chicos que tienen una vida muy activa desde lo laboral o estudiantil y creo que lo que nos convoca a todos es entrenar mejor porque dedicarle más tiempo le generaría un problema hasta personal al jugador. Ahí es adonde está la oportunidad y no solo pensando en la Primera sino en el club. Si vos querés cosechar en algún momento la siembra tiene que ser constante, no parcialmente y cuando estoy entusiasmado.

-¿Te costó llegar desde Tucumán a otros clubes en Buenos Aires y Rosario?

-No me costó nada, al contrario. Si la institución tiene claro el objetivo de lo que está buscando y está determinada a seguir un plan, pagando el precio del tiempo, con inteligencia y trabajo, las cosas funcionan, no hay dudas de eso. En el Jockey lo vivo diariamente con los infantiles, los entrenadores, los juveniles y como club creemos en ese crecimiento que se manifiesta en el tiempo cuando estos chicos llegan a Primera y quedará más expuesto aún cuando nos toque competir en el mejor torneo como va a ser el Nacional de Clubes que es un lugar adonde uno debe apuntar sin descuidar la cadena constante. Con un buen trabajo esa es la punta de un proceso continuo de mejora.

-Vos formaste parte del sistema de la UAR. ¿Cómo viste a los Jagures y ves ahora a Los Pumas?

-Es un poco lo que hablábamos antes. Hubo una determinación política de insertar a Argentina en la competencia y creo que fue lo mejor que nos pasó. Y haciendo una comparación, lo que acercaría al rugby del interior con el de Buenos Aires sería una mejor competencia. Muchas cosas no son comparables pero si se puede ver el método, el camino que se ha tomado. Vos ves como Jaguares ha llegado a una final en la que demostró estar a la altura. Para todos los que han pasado o los que empujan de buena voluntad, obviamente que hay virtudes y defectos, pero seguro hay una determinación de hacer y el que hace aprende. Se rompen algunos platos pero el camino va por ese lado y queda la satisfacción de ver que en cuatro años las cosas van llegando, sabiendo además que en el momento en el que se va cosechando la siembra sigue. Creo que todos los clubes deberíamos hacer lo mismo, es un buen ejemplo. Mientras alguien está cosechando el resto nos tenemos que dedicar a sembrar, y si después te toca cosechar el otro irá a sembrar. Esa rueda continua va a llevar a los clubes o al rugby argentino a un lugar de éxito, más allá del resultado.

-¿Cuál es tu futuro como entrenador?

Yo tengo el placer de que me gusta mucho lo que hago, estoy muy contento con el club, con la gente, con mis jugadores y con el día a día. Lo disfruto mucho. Se que hay mucho por hacer pero es lo que me gusta. No he tomado una decisión pero tengo tiempo hasta fin de año y siempre lo hice de esa manera, temporada a temporada. Es lo que me mantiene alerta, competente y desafiándome. No digo no a nada, solo se trata de encontrar el desafío y ser coherente con uno mismo y con mi familia (esposa y 4 hijos) que siempre me espera en Tucumán. Llevo varios años haciendo esto y lo que busco son lugares de desafío, de crecimiento, para seguir aprendiendo y también la contención de mi familia.

Fotos: Gentileza Emanuel González

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