Familias del Rugby : » El Mendoza»

De Familias. De hermanos, primos, padres e hijos se trata nuestra tercera publicación, retratando al Mendoza Rugby Club.

Que un club de rugby tenga 50, 60 ó 70 años de vida, es un logro del que pocos pueden ser parte, ahora, que un club cumpla 90 años, sea mendocino y fundador de todo el rugby de cuyo, eso, eso es algo sorprendente y que llena de orgullo.

Para hablar de las familias del club más antiguo de la región, hay que pasar por varios estamentos, en el mes de octubre se cumplirán 90 años de aquella fundación institucional de 1927, los Conejos tienen historia y un patrón que continúa al día de hoy, madriguera de grandes jugadores y mejores personas.


La sangre Puma corre por las venas de los Conejos, basta con entrar al club house del Bermejo y maravillarse durante varios minutos mirando los cuadros que engalanan las paredes del recinto, Pumas, Pumas y más Pumas.

Allá por los 70, sin dudas una de las épocas de mayor esplendor del rugby de cuyo, Rito Irañeta del club del Bermejo se transformó en el primer Puma mendocino de toda la historia, detrás de él se encolumnaron muchos, muchos más. Su hijo Juan Cruz Irañeta debutó en la primera del club de sus amores en 2006 jugando ante Universitario.

De todas las épocas y en distintas categorías aparecen grandes jugadores de combinados nacionales como Federico Méndez, Federico Silvestre, Matías Roby, Eusebio Guiñazú, o los que no jugaron test match pero vistieron la casaca nacional como Pablo Guarrochena, Ernesto Naveyra, Matías Viazzo, Alfonso Villanueva, Gonzalo Vila, Douglas Panunzio, o José Luis Crivelli jugando para Sudamérica XV.


EL Carlos Cippitelli, merece un párrafo aparte basado en el amor y la hidalguía, un referente en todo sentido con espíritu de lucha tanto dentro como fuera de la cancha, jugó años en su querido Mendoza y su otra casa en Buenos Aires el SIC, jugó en Provincias Argentinas en el 79 y fue capitán de Cuyo por 15 años, su hermano Alejandro, el Ñeco jugó varios años en el club.
Nos dejó el cabezón allá por 2004 cuando se fue de gira debido a una enfermedad degenerativa, pero su presencia siempre estará presente, no tiene hijos que jueguen al rugby pero si miles de corazones que lo recuerdan como el gran Capitán, nunca fue Puma pero la garra la tuvo siempre.

Los Viazzo, Eduardo y Mario con sus hijos todos jugando en el club, el Mati, el Fofa y el Pablo, los  hijos del Laly, el primero con toda una carrera en Francia, los otros dos defendiendo la camiseta Blanca por años, allá están el David y el Enzo, los hijos del Mario, metalúrgico y creador de amansadoras para el Mundial 2005.


José Luis Crivelli fue un gran primera línea, además entrenó al combinado de Cuyo que salió por primera vez campeón de un torneo Argentino en el año 2004, Ignacio, Lucas y Juan vistieron en primera la camiseta que su viejo les traspasó durante tantos años con enseñanzas y ejemplos.

Los Álvarez, podrían armar un equipo de Seven ellos solos con dos suplentes, 8 hermanos hombres y una dama, los varones todos pasaron de algún modo por el equipo Blanco en diferentes momentos, sin embargo todos recuerdan aquel día en que 5 de ellos jugaron en primera un torneo oficial, Diego, Antonio, Gonzalo, Juan Pablo y  Federico, todos titulares en una tarde de abril del año 2009.

Más conocidos como dirigentes empresarios, «Los Terranova» dejaron huella también en el deporte. Orlando mostró su liderazgo, haciéndole partido a Francia del 77, como Capitán del seleccionado del Interior, con puntos de otro «del Mendoza», el Pablo Guarrochena.
El Orly junto al Chispi , son almas maters del decano, años y años pregonando por un mejor rugby y un crecimiento sustentable de toda la actividad, su legado continúa con Santiago y Franco, hijos del Chipi demostrando talento innato en el plantel superior por más de 10 años.

Foto de la famosa «batalla del interior».

Rafael González del Solar (Hijo), es hoy abogado, casado con Estela quien junto a sus hijas viene siempre que se realiza el encuentro infantil, fue Presidente y capitán de la primera del club, sus hijos Rafael y Nicolás jugaron en el club, a su vez es hijo de Rafael González del Solar, quien fue presidente de la URC y también capitán de la primera del Mendoza Rugby Club, nos contaba Nicolás Chretién, otro trabajador nato del club.

Por allá anda acomodándose en las tribunas el socio nº1 del club, así es como se hace llamar Don Alfredo Pilar Navarro que siempre se lo ve alentando al equipo de primera.

Ernesto Naveyra es otro de pura cepa, excepcional jugador y entrenador, hoy sigue yendo a la cancha, sus raíces fuertes con su hijo Ernesto jugando años en primera, nombres fuertes que perdurarán en el tiempo.

Luis Chaluleu, jugador, entrenador, presidente de la URC, el “Choique” siempre estuvo a disposición donde se lo requiriese, emprendedor y decidido fue uno de los artífices de grandes momentos y torneos ganados por los Blancos, su hijo Lucho varios años jugando en primera portando el apellido.

Los Montilla fueron otro clan que caracterizó una época. El Tubo, el Pablo, Gustavo, Manuel y hasta el Juani !, todos conejos. El Pablo fué sin duda uno de los mejores pilares de la región en su generación.

Dos pares de hermanos, primos entre sí, jugadores de un nivel superlativo, de jóvenes jugaron poco junto los cuatro, pero en cada momento cada vez que Carlos y Luis entraban a la cancha el equipo era diferente, lo mismo que cuando Alfonso y Leopoldo ingresaban al campo bajando esas eternas y gloriosas escaleras de la cancha principal, con ustedes los Villanueva, familia de roble en el club.

La familia Occhipinti. Roberto, gran jugador, entrenador y presidente del club reciente, a sus hijos Matías, Pablo y Nicolás varias veces se los vió juntos jugando en la primera de club, los más chicos, Pablo y Nico todavía lo siguen haciendo.
Juan Carlos y Miguel Brandi, jugadores distintos, Miguel tuvo su pasado en Mendoza y en Marista, fue Puma y muy querido por ambas instituciones, hoy cada vez que juegan Marista vs Mendoza la Copa lleva su nombre en su honor. Matias, hijo de Juan Carlos, también la rompió y fue Puma, pero con la Azulgrana.


La gloria máxima del club, no es otro que Federico Méndez, aun sin descendencia directa jugando, el “gordo” siempre está, entrenador y dirigente del Mendoza y la de la URC, su paso por Los Pumas y el mundo empresarial, el rugby de Mendoza, la provincia, tiene a su máximo referente en el Mendoza Rugby Club.

El Bati tiene el rugby adentro, hace todo bien, es el futuro, son los próximos 15 años de disfrutar de un jugador de esos que nacen uno cada década, imposible no mencionar a Bautista Stávile, Pumita con Mundiales encima y toda una carrera por delante.

Mendoza es Mendoza, en nombres, títulos, familias que han dejado todo por un deporte que los une, la terracita de arriba será única y eterna para que todos, propios y extraños disfruten de un momento de amistad junto a sus amigos, Mendoza es historia pura cargada de valores.