Hugo Porta a 30 años de Banco Nación ’89: «Yo en ese equipo solamente conducía, los que ejecutaban eran los jóvenes»

Hace 30 años, en 1989, el rugby argentino disfrutaba cada fin de semana con el juego de un equipo que quedó en la historia: Banco Nación o Banco del 89 como lo recuerdan hoy los de 40 para arriba.

Nombres mas, nombres menos, la formación sale de memoria: Ingani, Cando y Marrón; Etchegoyen y Gallo; Franchi, Dinisio y Rubio; Gómez y Porta; Zanero, Turnes, Pérez, Gentile y Soto. Los más cercanos dirán que esos quince eran el Lobo, Peti y el Gordo Marrón; Rolo y Quique; Pablo, el Hacha y Pancho; el Aguja y Hugo; Lata, el Chino, Pilín, Botín y Coco.

El capitán, referente y líder de aquel equipo que compartió el título con Alumni fue nada menos que Hugo Porta y así lo recuerda en una charla exclusiva con Rugby.com.ar: «Es un equipo que siempre recuerdo con mucha alegría, porque me divertí mucho jugando y porque eran muchos jugadores hechos en el club a los que prácticamente vi nacer. Jugar el rugby que jugamos, un rugby que todos entendíamos y que fundamentalmente nos permitía divertirnos hizo que fuera una época increíble para todos».

Imágenes de aquella época

Aquel 1989, con victorias internacionales ante North Auckland en Nueva Zelanda y Canadá en el torneo internacional CANZ Series, fue el punto más alto de un equipo que ya había sido campeón en 1986, junto al SIC: «Ese equipo nace en el club, que era un club polideportivo en el que todos los chicos pasaban la mayor parte del día jugando, a cualquier cosa, y eso hizo que pudiéramos tener jugadores increíbles. Yo en ese equipo solamente conducía, los que ejecutaban eran los jóvenes», dice Hugo.

El que fuera considerado por el programa Leyendas del Rugby como el mejor equipo del siglo XX, se terminó rápido, quizás su último gran logro fue el triunfo ante Inglaterra, en 1990: «Hubo muchos chicos que se fueron a jugar afuera y los que estábamos grandes dejamos de jugar, pero hay un legado que se mantiene», afirma Porta.

Más de aquel gran equipo

La época dorada, que incluyó los títulos de seven de 1987 y 88, parece lejana y el actual presidente explica las razones: «Banco es un club que se está refundando continuamente, en el que se juega al rugby desde el año 1932 y fueron tantos los lugares donde tuvimos que ir, mudarnos y luchar por tener un lugar propio. Eso hizo que el club se resintiera porque estuvimos en Nordelta, ahora estamos en Malvinas (Olivares), siempre fueron lugares diferentes y eso no ayuda a que el club esté más unido».

Banco del 89 fue la consecuencia de algo. No se puede tener un gran equipo de un día para el otro pero hay que trabajar en el club, estar cerca de los chicos y brindarles las facilidades que se pueda. Ellos son agradecidos porque el club les brinda la oportunidad de poder jugar».

El triunfo ante Inglaterra

Ante la consulta de como es la actualidad del club que hoy le toca presidir, se emociona: «Banco está bien (dice con los ojos llenos de lágrimas). Me emociono porque veo el esfuerzo que hacen los chicos en el día a día y también me emociona poder liderar al club«.

Sobre su postura ante la actualidad del rugby nacional, explicó: «Yo defiendo lo que viví, defiendo a los clubes, que son el alma de lo que es el rugby en la Argentina. Me da pena que los clubes sufran, que haya una grieta entre clubes pobres y ricos. me parece que el rugby debe ser inclusivo para todos y darle la oportunidad de divertirse a todos. Y hoy, con el rumbo que se está tomando, no estamos protegiendo a los clubes«.

El mejor equipo del siglo

«Creo que el rugby tiene que manejarse de una manera muy transparente, sin secretos ni cosas que no se sepan. El rugby hoy genera muchos recursos y hay que ver bien como se gastan esos recursos. Y fundamentalmente hay que apoyar a los clubes porque ahí es donde nacen los jugadores. Nada le satisface más a uno que ver a un chico del club jugar en la primera y verlo crecer. Hoy hay chicos que juegan en el seleccionado que no tuvieron la oportunidad de jugar en la primera de su club», destacó.

«Siempre es una satisfacción que un jugador del club juegue en el seleccionado y siempre el jugador quiere jugar con los mejores, de eso no hay duda. Pero acá no es una cuestión de cuantos jugadores le sacan a un club sino de fijar prioridades y decir que es lo que quieren los clubes y alinearnos todos de acuerdo a eso», dijo quien fuera premiado como el mejor jugador del mundo en 1985.

Reafirmando su postura, sentenció: «Lo más importante es que hay que escuchar a los clubes. El rugby es de los clubes, no es ni siquiera de los jugadores. Los clubes son los dueños y eligen a sus dirigentes, mandan sus dirigentes a las uniones y esos dirigentes que van a las uniones tienen que defender el pensamiento del club»

Siempre hablo del milagro de los clubes en Argentina. Si uno hace un presupuesto de lo que se gasta en hacer funcionar a los clubes sería una cifra sideral y nadie podría bancar eso. Eso es lo que hay que defender y tratar de que siga vivo porque es lo que mantiene al rugby».

El partido homenaje por los 25 años, en 2014

-¿Le sirve al club el recuerdo de aquel equipo del 89?

-Sirve para que los más chicos sepan que al rugby en Banco Nación se juega desde el año 32 y que todos escribimos una página de esa historia cuando nos toca. Ellos saben que el club tiene una tradición y un legado que tienen que llevar adelante.

-¿Aquel equipo jugó un rugby adelantado a su época?

Era un rugby donde te podías expresar, donde tenías libertad y estabas rodeado de un montón de excelente jugadores, pero el rugby va evolucionando. De todas maneras lo que tiene el juego del rugby es que es tan perfecto que no se puede cortar en pedacitos. Cada vez hay menos maestros de rugby y más especialistas, sería bueno que fuera al revés.

-¿Quienes fueron esos maestros en Banco Nación?

-Fueron tipos como Julián Gutiérrez, como Bocho Pérez, como El Despeinado, un gran entrenador que teníamos en quinta división. Esos tipos son los que hicieron el club y hay que agradecerles. Uno está siempre en deuda con el club por todo lo que te da, no es que uno haya hecho cosas por el club sino que el club hizo cosas por uno.

Foto: Banco Nación Rugby