Eusebio Guiñazú: su extensa carrera y sus objetivos como entrenador

Para presentar a Eusebio Guiñazú nada mejor que repasar su trayectoria profesional ya que además de haber formado parte de Los Pumas durante una década (debutó en el Sudamericano 2003 y jugó su último partido en 2013) jugó en Toulon, Agen, Biarritz y Toulouse, todos de Francia, Stormers en Sudáfrica, Bath en Inglaterra y Munster de Irlanda. Eso sin contar invitaciones al combinado del Hemisferio Sur que enfrentó al del Norte en Twickenham y también a los Barbarians.

Hombre del Mendoza RC y actual director deportivo de la Unión de Rugby de Cuyo, Eusebio dialogó con XV podcast de rugby y dejó algunos conceptos más que interesantes.

Su cargo de Director Deportivo de la Unión de Cuyo: Hace casi 3 años que empecé, un poco por casualidad. Siempre me gustó entrenar, cuano todavía estaba jugando afuera ya me había picado el bichito y mi relación con los entrenadores ya empezaba a acercarse. En Munster, en mi último año, había hecho algo con la primera línea y el scrum. Cuando volví a Mendoza me ofrecieron hacerlo unos meses a prueba y presentar un proyecto e inmediatamente empecé. El puesto tiene varias funciones pero me gusta porque sigo vinculado a la parte técnica que es lo que me gusta. Por un lado tenía que analizar la competencia local, por otro los seleccionados y también el programa de formación de jugadores, ligado a la capacitación de los entrenadores. Después de 12 años afuera me llevó un tiempo entender la realidad.

El rugby mendocino: Tiene algunas paradojas que todavía me sorprenden. Si bien en los institucional está bastante ordenado, tiene una estructura bastante amplia para lo que es la provincia, siendo una unión donde se prioriza mucho el juego, con seleccionados que en los últimos años tuvieron buenos resultados, con segundos puestos tanto en juveniles como en mayores, y aportando jugadores a los seleccionados nacionales. La contracara es la competencia local, que no termina de tener un alto nivel y los clubes de Mendoza no han tenido los mejores resultados en los torneos nacionales. En la época que todavía se jugaba el Argentino fuimos subcampeones con los mismos puntos que Buenos Aires pero igualmente a los clubes les iba bastante mal en los torneos nacionales.

El Campeonato Argentino: A Mendoza siempre le gustó el Campeonato Argentino, era una oportunidad muy buena de jugar con las otras uniones, lo disfrutábamos muchísimo, lo jugué varios años, salí campeón en el 2004 y tengo grandes recuerdos. Para Mendoza realmente hay como un vacío ahí porque los jugadores lo disfrutaban mucho.

Gonzalo Bertranou: Ha tenido un crecimiento enorme en estos últimos años. Lo conozco muy bien, y más allá de que hoy esté instalado en Los Pumas y en Jaguares, rescato muchísimo el camino que ha hecho. Es un profesional mucho antes de estar jugando con la camiseta argentina o en el Super Rugby. Tiene una disciplina, una conducta y unas ganas de mejorar. Y se comporta así mucho antes de ser convocado. Probablemente la persona que más confió en él fue él mismo. Es súper meritorio y sigue con esas intenciones de mejorar. Me alegra muchísimo su actualidad.

La formación de los jóvenes: En el Centro de Rugby empezamos la detección en edades bastante tempranas. A los 14-15 ya empezamos a ver potenciales físicos, a partir de los 15 entrenan con nosotros hasta los 17-18 años donde ya pueden ser convocados a seleccionados nacionales. Es un proceso delicado porque de todos esos chicos con potencial son muy pocos los que terminan siendo profesionales o jugando en un seleccionado. Nuestro enfoque es que el objetivo no sea lo importante sino generarles un hábito de ser mejor todos los días y que luego los resultados sean una consecuencia. Intentamos ser generadores de hábitos y hago mucho hincapié en eso porque la disciplina y la constancia es lo que te lleva a lograr resultados. Muchas veces hay que bajar expectativas sin que eso les impida tener ambiciones. Es algo delicado y hay que estar muy cerca de los chicos y de sus familias.

Ser entrenador: Lo que más me gusta es entrenar, la parte técnica. Los chicos me llenan de satisfacción, por ejemplo Juan Martín González, que hace poco debutó en el seven de Los Pumas, empezó con nosotros a los 15 años y vi todo su desarrollo, esa satisfacción nunca me imaginé que la iba a tener. Me apasiona entrenar y si algún día tomo la decisión de dedicarme enteramente al rugby sería entrenando algún equipo. Si el día de mañana se diera la oportunidad de entrenar un equipo me gustaría pero hoy estoy concentrado en el laburo que tengo para hacer.

Su carrera: Empecé partidos en Los Pumas en los tres puestos de la primera línea y jugué en las mejores ligas del mundo, que era un desafío que me había propuesto. Como toda carrera tuve momentos buenos y malos, creo que el aprendizaje pasa por ahí.

  • Toulon: Me fue muy bien a nivel personal porque fue como un bautismo en el rugby profesional. Jugué como 38 partidos de pilar derecho cuando yo no era pilar derecho. Un aprendizaje tremendo pero también un mal año para el club porque descendimos»
  • Agen: En ese momento era un equipo que jugaba copa europea y luchaba por entrar a los playoffs. Estuve 3 años y teníamos un gran equipo con Kees Meeuws (ex all black), Pepito Elhorga, el Ruso Ostiglia. El primer y segundo año disfruté mucho, el tercero fue un año duro, con muchas lesiones y me volví
  • Stormers: Fue toda una decisión. Había tenido una propuesta de ellos en 2006, venía sin jugar y bastante desmotivado. Fue un volantazo en mi carrera, como ir a todo o nada. Fui a la pretemporada con 60 jugadores con la condición de que me contrataban si quedaba entre los 24 que iban al Super Rugby. Fue una experiencia fantástica, un antes y un después, cambio mi forma de entrenarme, mi disciplina y mis hábitos. El rugby estaba cambiando pero además yo venía de Francia donde con mi scrum y algunas cosas más me iba bien. En el Súper Rugby tenía que correr y aportar mucho más.
  • Biarritz: Se me dio por volver a Francia, alterné buenas y malas. No lo recuerdo como un gran año. Si en lo personal donde conviví con grandes amigos como el Chelo Bosch y Manu Carizza. Era un gran equipo con jugadores como Imanol Harinordoquy, Yachvili, Jerome Thion, Traille. Me propusieron renovar pero tenía que renunciar a la posibilidad de jugar el Mundial.
  • Toulouse: Finalmente quedo fuera de la lista del Mundial 2011 y me voy a Toulouse, a remplazar a Servat que se iba a jugar el Mundial. Jugué 12 partidos y me fue muy bien, ya definitivamente de hooker. Terminamos primeros.
  • Biarritz II: Cuando vuelven los mundialistas me vuelven a llamar. Convivimos con Manu, Chelo, estuvieron muchos argentinos como el Negro Gaitán, Fede Aramburu, Frankie Gómez Kodela y varios más.
  • Bath: Jugué dos años y fue una época de mucho crecimiento. Inglaterra me cambió la forma de ver el rugby, como lo estudian y lo entienden. Ahí empecé a plantearme que quería ser entrenador. El análisis de los sajones me pareció excelente. Estaba Gary Gold, con quien tenía una gran relación y aprendí mucho, estaba Mike Ford, primero con la defensa después como head coach y teníamos un muy buen equipo. Lo disfruté bastante
  • Munster: Volví a Argentina y no estaba seguro si iba a continuar. Hice una pretemporada solo en Mendoza, con un PF (Miguel Pellegrini) pensando en ir a jugar mi último año pero no en cualquier club. Ya sabía que probablemente no me volverían a convocar a Los Pumas, pero quería ir a un lugar donde disfrute el rugby y llegué a un tremendo club, con una cultura de rugby increíble, muy parecida a la nuestra y un equilibrio con lo profesional. Son todos jugadores que nacen en los colegios y clubes irlandeses que juegan para su provincia y sienten una pertenencia enorme. Le tengo un cariño especial y sigo en contacto con todos los jugadores. Tuvimos un gran año, jugué casi todo de titular, jugamos la final de la Liga Celta y fue como un buen cierre para mi carrera profesional.

Disfruté mucho de los lugares en los que estuve. Más allá de que mis contratos siempre estuvieron condicionados por las ofertas, lesiones y las convocatorias a Los Pumas, siempre tuve la intención de moverme, de jugar diferentes ligas y conocer otras culturas e idiomas. Fui un privilegiado pero también fue algo que busqué».

Su salida de Los Pumas: Nunca me involucré en el conflicto. Mis amigos saben como pienso, me dediqué solo a jugar y así como nunca pregunté porque me convocaban tampoco pregunté cuando dejaron de convocarme. Siempre estuve listo y preparado para jugar en Los Pumas y creo que hay que respetar las decisiones de los entrenadores. Eso quedó atrás, hoy mi vida avanzó y me focalizo en los recuerdos lindos. Sé lo que piensa Pato (Albacete) y el hecho de que no me convocaran coincidió con esa época, pero nunca profundicé mucho más.

Su relación con Hourcade en Sudamérica XV: Fui a una capacitación a Montevideo de Sudamérica Rugby con el Huevo y después me convocaron para que los acompañe a entrenar al equipo en Chile. No considero que sea el ámbito para tratar lo que pasó, pasaron muchos años, hoy soy entrenador y parte de eso es aprender. El Huevo tiene mucha experiencia y fue una buena semana.

Cuentas pendientes: Jugué el último partido del Mundial 2007 pero me hubiera gustado jugar más. No es algo que me reprocho pero con el tiempo uno se pone más autocrítico y en el 2007 creo que no estaba preparado y había primeras líneas de grandísimo nivel, en el 2011 sí mi disciplina había cambiado y en el 2015 hubiera llegado con muchísima experiencia pero un poco grande. Me hubiera gustado jugar un Mundial con el protagonismo que tuve entre 2012 y 2014, pero no me lo reprocho.

La actualidad del scrum argentino: Es un análisis bastante complejo pero me parece que en el afán de buscar un juego más desplegado se fue priorizando formar jugadores en otros aspectos y se le restó un poco de importancia a la formación en el scrum. Se buscaron perfiles de jugadores con mayor movilidad. Como cualquier cambio de paradigma el equilibrio llega con el tiempo y ahora vamos a entrar en una etapa en la que vamos a empezar a ver resultados en el scrum.

Los hookers argentinos: Agustín (Creevy) ha tenido en los últimos años un crecimiento enorme, mejoró mucho su lanzamiento en el line, su juego en el piso es de los mejores del mundo y su breakdown defensivo lo hace un jugador de primera clase. A Montoya también lo veo muy bien, es bastante completo y tiene un fijo bastante sólido. Ha tenido poco tiempo para los años que lleva en el seleccionado. Es un hooker sólido.

Los hookers internacionales: Malcolm Marx es el primero, no digo nada nuevo y los All Blacks da la sensación de que cualquier hooker que pongan van a jugar todos bien y todos igual. También Jamie George es un hooker que me gusta y alcancé a jugar muchas veces en contra.

Los rivales más duros: Servat, en Francia jugué mucho contra el a nivel de clubes y era muy duro, sobre todo en el scrum. También jugando de pilar, cuando era más joven, me tocó sufrir un poco con algunos, Me acuerdo con Kees Meeuws, cuando estaba en Castres. Después jugamos juntos en Agen.

Compañeros: Dejando afuera a los argentinos, Paul O’Connell, por su convicción y su conocimiento del juego. Otro que me sorprendió es Rupeni Caucaunibuca, el fijiano, que era el tipo más desordenado que he conocido pero tenía la habilidad innata más increíble. Realmente era capaz de ganar un partido solo. Después hay muchos: Schalk Burger en Stormers, Connor Murray en Munster, que hoy es uno de los mejores jugadores del mundo y en los partidos de Barbarians tuve la suerte de jugar con Gregan, Umaga, Kefu. También Bryan Habana, un tipo súper simple.

Camisetas: La de Keven Mealamu. Tenía muy buena relación con él y cada vez que jugué contra los All Blacks la cambiamos. En Barbarians jugamos juntos, obviamente yo de pilar izquierdo, y siempre me pareció un tipo de una humildad impresionante.

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