La brecha entre los seleccionados top y los del denominado Tier 2 quedó nuevamente expuesta este sábado en Washington donde los All Backs pusieron en marcha su gira por el Hemisferio Norte venciendo a Estados Unidos por un marcador que lo dice todo: 104 a 14.
Si las naciones emergentes, rugbísticamente hablando, reclaman ser más tenidas en cuenta a la hora de confeccionar el calendario este resultado es un paso atrás ya que los neocelandeses fueron imparables para un equipo estadounidense que no tuvo a los jugadores que actúan en el rugby europeo. Una ventaja demasiado grande.
Los All Blacks fueron infinitamente superiores y se destacó la tarea de Will Jordan, autor de 3 tries, y figura de la cancha junto a Richie Mo’unga y Damian McKenzie.
Las diferencias quedaron expuestas desde el arranque del partido y a los 29 segundos Luke Jacobson apoyó el primer try de un equipo visitante que probó algunas variantes pensando en sus próximos partidos en Europa.
Hubo tries de todo tipo y la cuenta llegó a 16 conquistas ya que Will Jordan hizo 3, McKenzie y Angus Ta’avao marcaron dos cada uno y también aportaron los suyos Jacobson, Quinn Tupaea, Mo’unga, Ethan De Groot, Dalton Papali’i, Dane Coles, TJ Perenara, Beauden Barrett y Anton Lienert-Brown. Mounga sumó 9 conversiones y Mc Kenzie otros 3.
Para el local, que tuvo como reserva al ex Newman Benjamín Bonasso, hubo tries de Nate Augspurger y Ryan Matya. Luke Carty sumó los dos goles.
La presencia de los All Blacks en tierra estadounidense sirvió para lanzar la candidatura de los locales para organizar el Mundial masculino y femenino, pero lo cierto es que el resultado, demasiado abultado, le jugó en contra a los que abogan por más competencia para los países que están creciendo y que el Mundial reciba a 24 equipos.