Sudáfrica venció a los British Lions por 19 a 16 y se quedó con una serie tan esperada como deslucida en la que Morné Steyn, como hace 12 años, fue el héroe al marcar un penal en el cierre del partido.
El primer tiempo, tal como ocurrió en casi toda la serie, se jugó de manera táctica, con los británicos teniendo la iniciativa y exigiendo a la defensa de los campeones del mundo.
En este contexro el ingreso tempranero del apertura escocés Finn Russell ( a los 10′ remplazó a Dan Biggar) cambio los planes y le dio otra frescura en el juego a los visitantes.
Tras un penal por lado por parte de Handre Pollard y Russell, los Lions dieron el primer golpe con un try de Ken Owens, tras un buen empuje del maul.
Pese a tener varias situaciones para buscar los palos, los británicos eligieron siempre ir por el try y eso les terminó costando caro, aunque se fueron al descanso 10 a 6 arriba.
En el complemento, Sudáfrica se acomodó pero Pollard desperdició dos penales accesibles. Sin embargo ante la primera chance clara, una jugada personal del desequilibrante Cheslin Kolbe puso arriba 13 a 10 a los dueños de casa
Con dos penales de Russell y otro del experimentado Morne Steyn, el partido quedó igualado a falta de diez minutos y los dos equipos jugaron esperando el error rival.
En ese momento decisivo, Sudáfrica tuvo más disciplina, los Lions cometieron un penal en campo propio y Morne Steyn, 12 años más tarde, volvió a darle la serie a los actuales campeones del mundo.