Desde 2013, año en el que jugaron juntos en Los Pumas por última vez, Eusebio Guiñazú, Manuel Carizza, Patricio Albacete y Julio Farías no se reunían. Sus caminos, dentro y fuera del rugby, fueron diferentes pero la amistad se mantuvo inalterable y reflejada en 2456, la marca de vinos en la que son socios.
«Cuando empezamos a hacer cuentas nos dimos cuenta que hacía muchísimo que no estábamos los cuatro pero nos une una amistad que en realidad fue como si nos hubiéramos visto ayer», cuenta Manu Carizza, quien viajó desde Biarritz, Francia, para participar de Wine to Go, la presentación que realizaron en Buenos Aires y finalmente en Mendoza de 2456 junto a Último Hombre, el vino del ex futbolista Rolando Schiavi.
«La idea original del vino es esa: mantenernos en contacto y que la amistad no se diluya a pesar del tiempo y de la distancia. Con la excusa del vino, que por otra parte es una muy buena excusa, nos mantenemos en contacto diario y ahora aprovechamos para juntarnos los cuatro otra vez», expresó el rosarino, quien agregó: «El Flaco (Schiavi) jugó en Newell’s y a través de familiares y amigos nos conocimos en 2007 o 2008. Mantuvimos una buena relación y cuando lanzamos el vino, en 2019, lo invité, conoció nuestro proyecto y encaró su propia marca».
Como anfitrión, Eusebio expresó su felicidad «por haberlos recibido en casa, disfrutar de la continuidad de nuestra amistad y celebrar juntos nuestro emprendimiento. El proyecto es, además, la integración de lo que fuimos como deportistas y de lo que somos en conjunto. Es el fruto de años de amistad, de compartir valores y de todo lo que nos une».
Wine to Go
Los cuatro ex integrantes de Los Pumas y el ex defensor de Boca fueron las figuras de una idea novedosa como fue Wine to Go, una degustación de vinos al paso inspirada en el concepto de sacar el vino a la calle y llevarlo a distintos puntos de la Ciudad, donde los asistentes pudieron degustarlo de manera gratuita.
Después de un encuentro con el Intendente de la Ciudad de Mendoza, Ulpiano Suárez, Wine to Go pasó por cuatro vinotecas de la ciudad, entre los que no hay más de tres cuadras de distancia, y a las que el público podía asistir con su copa para disfrutar del vino.
Todo culminó con un encuentro con amigos, invitados y periodistas.