Aunque se originó en el equipo denominado Liceo Militar, allá por los
años 50, Liceo Rugby Club nació en 1974 y hoy es uno de los clubes más
importantes del Oeste argentino. Son muchos los grandes jugadores que
vistieron la camiseta celeste, blanca y negra logrando, entre otros, el
título oficial de la URC en 1985, el bicampeonato de 1996-97 (éste
último invicto) y las cuatro coronas más recientes entre 2009 y 2016.
Aunque solo se trata de reunir algunas opiniones y abrir el debate,
Rugby.com.ar consultó a algunos referentes del club de la Carrodilla
para armar El 15 ideal histórico de los Clavos.
Primera línea: El número 1, no solo por su posición de pilar izquierdo
sino por su categoría y trayectoria no caben dudas que es para Roberto
Grau. El Pato fue destacado de manera unánime y entre otras opiniones
Martín Sardá, experimentado periodista y ex jugador y entrenador del
club, expresó: “El Pato fue el jugador más reconocido de Liceo en el
mundo, el que tuvo más trascendencia y trayectoria internacional”.
“Muy bueno en las formaciones fijas, también en el juego suelto y con
una actitud al juego fuera de lo normal” (Juanjo Chiapetta).
“El máximo exponente y referente de nuestro club participando varios
años en Los Pumas, y en su momento considerado por la prensa
internacional como uno de los mejores del mundo en su puesto” (Carlos
Puntons).
Otros destacados por muchos fueron dos exponentes de distintas épocas
del club: Juan Micheli y Matías Cortese a quien Santiago Laghezza
definió como “Un verdadero talento”. También muchos mencionaron al ex
pumita y capitán de la primera liceísta Pablo Pipistrelli, y a otros
como el sanjuanino Federico Stoerman, el Gordo Andrés Alvarado y Rodrigo
Oyonarte.
Segunda línea: En esta posición hubo muchos jugadores importantes y por
eso vale la pena destacar algunas opiniones más detalladas como la de
Carlos Puntos que eligió a “Raúl Ituarte, en la década del 70, fue
jugador del seleccionado del Interior y es un gran amigo no solo dentro
del club, sino en todo el ambiente del rugby mendocino. Martín Rodriguez
fue jugador del seleccionado de Cuyo y pese a su corta trayectoria se
destacó por sus valores deportivos y humanos, y Alejandro Collado:
(sanjuanino) se radicó en Mendoza por estudio e inició su actividad en
el club llegando al seleccionado con gran aptitud y actitud para el
juego y siendo un ferviente cultor de la amistad”.
Más de uno destacó a estos tres jugadores pero también muchos eligieron
a tres puntales del equipo exitoso de los 90 como Gonzalo Correa Llano
(“un muy buen jugador y referente para el club durante muchos años”),
Leonardo “Pamper” Leyes (“Además de ser un jugador con muchas virtudes
es uno de los que más títulos ostenta”) y Carlos Bajach (“Un jugador muy
representativo de lo que es Liceo”).
Finalmente, entre los actuales aparece el Gordo Jorge Fernández (hijo):
“El alma del plantel superior en los últimos años, un batallador y un
ejemplo de compromiso por el equipo y el club”
Tercera línea: “Báez, Barni, Gil y Juanjo Chiapetta son mis preferidos”
dijo a título personal, sin entrar en muchos detalles, Marcelo
Garitaonandía y ellos fueron cuatro de los más votados entre los
terceras líneas Clavos.
Para resumir vale la pena resaltar un concepto de los recibidos respecto
de cada uno:
Juanjo Chiapetta: “Es quizás el emblema del club, estuvo 20 años
en el más alto nivel, le decían Mago, lo que dice todo de sus
condiciones técnicas, cuenta con un gran reconocimiento, respeto y
cariño, tanto de sus compañeros como de sus rivales”
Rodrigo Báez: “Además de ser otro embajador internacional de Liceo en el
país y el mundo, es un jugador exquisito por dónde se lo mire, desde
chico se notaba su calidad”
Facundo Barni: “Terrible jugador, gran cabeza y unos de los mejores en
su puesto”
Gustavo Gil: “Un fanático del club. Referente del equipo en momentos muy
importantes”
También es imposible obviar a Néstor «Oso» Yanelli, quien además de un
líder dentro de la cancha “ha sido el máximo referente para entrenadores
e infantiles del club durante muchos años. Un símbolo del club”.
Otros destacados fueron dos que ya figuraban en la segunda línea: Mambrú
Ituarte y Gonzalo Correa Llano. También otros eligieron a Roberto
Staringher, Héctor Peñaloza, Carlos Molina, Juan Gómez Saá, Facundo
Correa Llano y el Sapo Villegas.
Medio scrum: En esta posición Liceo tuvo excelentes jugadores y así como
es difícil compararlos está bueno destacarlos como lo hizo el Chino
Sardá: “Manuel Díaz, el Musculito fue un jugador distinto, «intocable»
cuando lo iban a marcar, daba gusto ver las jugadas que hacía, con una
calidad técnica que logró admiración de propios y ajenos, y que también
le permitió vestir la camiseta albiceleste; Omar Turcumán, por su
calidad y «magia» está al mismo nivel y también logró una notoria y
reconocida trayectoria; Diego Escayol, otro que suma varios títulos,
sobresaliente por sus condiciones y por su entrega en la cancha; y
Javier Linares (hijo) es otro de los jugadores que sorprende por sus
características, atrevido y muy rápido”.
Aunque algunos coincidieron dentro de la cancha (Díaz jugó con Turcumán
y Escayol con Linares) los cuatro marcaron distintas épocas de Liceo y
merecen su lugar en este “equipo ideal”.
Apertura: Acá también hubo opiniones repartidas y jugadores
extraordinarios. Por ejemplo, Federico Chiapetta, actual subsecretario
de deportes de la provincia fue uno de los que eligió a Gabriel Filizzola, gran figura del
equipo campeón de 1985 antes de pasar a Marista, otros se inclinaron por
Javier Linares (padre), también por uno de los jugadores actuales como
Tomás Granella y muchos recordaron a uno de los primeros Pumitas del
rugby mendocino: Alejandro Poquet.
Centros: “Tomás Videla, si bien es joven ha demostrado un talento
extraordinario además de ser una gran persona” dijo Santiago Laghezza y
a las opiniones sobre los centros fueron de lo más variadas. Por ejemplo
Sergio De la Torre eligió al Chino Juan Mangione y al Conejo Emilio
Farro, otros se inclinaron por la dupla de muchos años que formaron
“Sergio Cantú otro emblema por su entrega y cantidad de años en un
excelente nivel físico y técnico y Gastón Díaz, quien participó en el
bicampeonato 96-97 y se destacó durante años por su potencia y
velocidad”.
De los años 70’ Carlitos Puntos destacó a “Fernando Ruffo, potente de
muy buen tackle y velocidad y Juan Garcia, seguro en la marca y con gran
visión juego”.
Otros mencionados fueron Fabián Maldonado y Oscar Dávila.
Wing: Acá también estuvo muy repartida la votación y aparecieron nombres
que dejaron su huella vistiendo la camiseta de Liceo en distintas épocas
como el Motoneta Díaz, el recordado Cóndor Gagliardi, Pablo Aprea, de
gran trayectoria como jugador y entrenador; dos muy relevantes y de paso
por Los Pumitas como Fede Giménez y Marcos Juárez; otros de los 70 como
Edgardo Marín y Juan Carlos Bos; alguno de los 80 como Alejandro
Turcumán y otro de la actualidad como Juan Pablo Micheli.
Full back: Algunos textuales que vale la pena destacar: “El Chorizo
Stahringer y Juampi Micheli, dos tremendos jugadores de distintas
generaciones”
“Juampi Micheli, un gran amigo y uno de los máximos referentes del
plantel en la última década, un ejemplo de sacrificio y humildad para
los más chicos”
“Diego Baduí jugó mucho tiempo en la primera”
“Guillermo Stahringer: Seguridad de manos, gran potencia y velocidad
para sumarse en el ataque”
“Julio Pagés del equipo campeón del 85 y ahora Tomás Videla, un crack”
“Tomás Videla, por su gran presente y su calidad superlativa se ha
convertido en un jugador admirado por los más chicos y está dentro de
los seleccionados de la UAR; Pablo Aprea sobresalió por su gran
velocidad y la gran cantidad de tries que marcó; y Marcos Juárez, tuvo
mala suerte con las lesiones, pero era un jugador al que daba gusto
verlo esquivar rivales y también se destacó por su buen comportamiento”