Fernando Saccone: «La identidad de un equipo la tienen que desarrollar los jugadores»

Fernando Saccone tiene 50 años, es psicólogo especializado en psicología deportiva, y fue el autor del exitoso libro Rugby Mental, radiografía psicológica del juego y su entorno. Sobre su carrera, su experiencia y otros temas de la actualidad del juego, habló con www.rugby.com.ar

Sus comienzos

“Yo iba al colegio Champagnat y empecé de chico jugar en el club, llegué a juveniles y un día tuve una lesión lumbar y me dijeron que no podía jugar más. El Negro Poggi (ex puma y médico que siempre estuvo ligado al juego) me recomendó ir a un profesional, a un psicólogo, y no solo me ayudó sino que empecé a estudiar psicología. Cuando me recibí había empezado la especialidad de psicología deportiva y apareció otra vez el Negro Poggi para invitarme a exponer en el Congreso de Ciencias aplicadas al rugby sobre la rehabilitación mental de las lesiones. Volví al club con mi hijo, ayudé como entrenador de infantiles y Jorge Panelo me dijo que quería que lo ayude en el plantel superior pero no como entrenador sino como psicólogo. Ahí empecé a trabajar con jugadores hasta el día de hoy. También antes trabajé con deportistas de alto riesgo en el Hospital Ramos Mejía”

El jugador

“El jugador es como un auto con cuatro ruedas: la técnica, el físico, la táctica-estratégica y la mental. En esta última es donde entra la psicología deportiva. Ninguna de las cuatro es más importante que la otra sino que las cuatro tienen que estar en su justo equilibrio”.

“En el trabajo del psicólogo hay dos patas: la grupal y la individual. Hay cosas que motivan a uno y a otro no. En donde algunos ven un desafío y enfrentan una situación, otros ven una amenaza que los bloquea”

“En general el jugador es muy receptivo al trabajo del psicólogo. Ellos son los protagonistas y los que sienten la presión adentro de la cancha”

La concentración

“Siempre pongo de ejemplo a Federico Anselmi, árbitro argentino que dirige a nivel internacional. En 2015 le tocó dirigir la final de los Juegos Panamericanos, en Canadá, entre los locales y Los Pumas. Tuvo que dirigir a los mismos chicos que veía entrenar todos los días en Buenos Aires jugando por una medalla. Su arbitraje fue excelente y cuando le pregunté como hizo me respondió: ‘dirigí blanco contra rojo’. Dejó de lado lo irrelevante para concentrarse solo en lo relevante que era dirigir lo mejor posible sin importar quien juegue. Eso es lo que hay que lograr con los jugadores”.

Su trabajo en la UAR

“Un día, en el 2013, me llamó Pancho Rubio porque quería sumar un psicólogo al trabajo del Pladar. Después de un par de entrevistas empecé en el Pladar, tanto con el staff como con los chicos, y rápidamente aparecieron entrenadores de seleccionados, como Bernardo Urdaneta y Martín Gaitán, que demandaban ayuda. Fueron dos años muy positivos pero la UAR decidió no seguir con el trabajo. En estos dos años estuve trabajando en la URBA con los árbitros, en Olivos a través de Germán Fernández y Sergio Carossio y también en otros clubes”.

“El de los chicos que quedan fuera del sistema o de una convocatoria es un tema complicado. Lo ideal es trabajar mucho con devoluciones para que el jugador sepa que tiene que mejorar y que sienta que más adelante puede tener otra posibilidad. Hay muchos jugadores que alguna vez quedaron afuera y después fueron convocados. Es importante la contención para que la frustración que sufren los chicos sea menor”.

“En los seleccionados a los chicos del interior les cuesta más que a los de Buenos Aires porque tienen que luchar contra el desarraigo y muchas veces entran en un conflicto: quieren ser Pumas pero también quieren estar en su club y con su familia. Eso muchas veces se traduce en lesiones u otros problemas. En esos casos hay que acomodar los pros y los contra, y elegir lo que sería el mal menor”

“El rugby históricamente ha sido muy verticalista y los entrenadores son más seleccionadores que desarrolladores. Un jugador se desarrolla y un líder también. No nacen, se hacen. Hoy el líder es uno y mañana puede ser otro, pero no debemos bloquearlo sino todo lo contrario, desarrollarlo. Muchas veces la madurez del jugador no tiene que ver con la edad. He visto muchos jugadores a los que no se les daba mucho crédito de chicos y llegaron a Los Pumas”

Jaguares

“La situación de Jaguares se viene repitiendo hace dos años pero es difícil mejorar aspectos que tienen que ver con lo mental, como la confianza y la concentración, solamente entrenando más la parte física y técnica. Es lo mismo que la identidad del equipo, es algo que tienen que desarrollar los jugadores que son los que conforman el equipo no imponerlo desde arriba con una frase o alguna otra cosa. Tiene que generarse una dinámica grupal. Respecto del cambio de capitán, no sé cómo fue la elección pero me parece importante el hecho de haber formado un grupo de liderazgo, de esa manera se evita que cuando el líder o capitán no esté no haya quien lo remplace, como pasó en algún momento”

Los All Blacks

“Los All Blacks usan el Haka para concentrarse mientras los otros equipos se desconcentran pensando en que hacer para hacerles frente. No hay que estar pendiente del rival sino de uno mismo, de las cosas que yo puedo manejar. Además con el Haka los neocelandeses logran ponerse todos en la misma sintonía en el momento de pasar del no juego al juego a diferencia de Los Pumas u otros seleccionados que en el himno uno llora, el otro sonríe, otro mira para abajo. No están todos en la misma sintonía y lo más probable es que entren tarde al partido”

“En Los Pumas u otros seleccionados lo que buscamos fue trabajar la motivación interna, el deseo de ser mejor sin tener en cuenta factores externos porque son efímeros. No te podés motivar porque jugás contra determinado rival porque al partido siguiente el rival va a ser otro. Los All Blacks, con Gilbert Enoka, desarrollaron el hábito de autosuperarse. No limpian el vestuario porque son humildes, lo limpian porque buscan ser mejores dentro y fuera de la cancha. Mejores personas hacen mejores jugadores”

“La arenga previa a un partido es solo un disparador de la motivación pero viene después de un trabajo previo. Si no cargaste antes los cartuchos no tenés nada para disparar. El Haka es un disparador y además les sirve para canalizar la ansiedad”