Desde Newport, Gales, donde forma parte de los Dragons, Gonzalo Bertranou habló con Argentina también juega, el programa que se emite por FM Aurora: «Esta semana por suerte no ha llovido y la temperatura viene levantando de a poco pero hace bastante frío. Dicen que en verano sale un poco el sol pero no es ni por asomo el clima de allá. Creo que en el mes y medio que llevo acá hubo un solo día de sol».
Newport: «Me encontré una ciudad bastante cerrada por la cuarentena. Acá estuvo abierto bastante tiempo pero unos días antes de que yo llegue cerró todo de vuelta. Por eso no he podido ver a la ciudad en su normalidad. Están habilitadas las cosas esenciales, podés comprar un café take away o algo así y recién el lunes, por ejemplo, habilitaron las peluquerías. Tampoco soy de salir mucho, me gusta estar en el departamento tranquilo así que no es algo tan negativo».
Su primera experiencia en el exterior: «Es una experiencia nueva después de haber estado cinco años en Buenos Aires donde insconscientemente estaba cerca de Mendoza. Yo sabía que me tomaba un avión y en dos horas estaba en mi casa. Cuando llegás acá sabés que volver no podés y quizás no vuelvas hasta dentro de un año. Eso te golpea un poco al principio y algunos días extrañás, pero bueno me terminé comprando una play, estoy estudiando, leo bastante y hago todo lo que te puedas imaginar para pasar el tiempo».
«No se porque al deportista a veces se lo pone en un lugar medio de superhéroe, que no tiene sentimientos y nunca puede estar mal. Por más que haga lo que más le gusta puede tener días malos. Es solo una persona que es un poco mejor que la media haciendo un deporte y eligió ser profesional, igual que uno que es bueno en matemática o cualquier otra cosa».
Los Dragons: «Tenía referencias pero me sorprendió para bien la calidad de jugadores y lo bien que se juega acá. Tenemos la suerte de que en el Pro 14 no hay descensos y eso es muy bueno porque no tenés la presión esa de que perdés un par de partidos y te vas para abajo. Se intenta jugar y eso ayuda. Me sorprendió positivamente como se juega acá».
El Pro 14: «El nivel es muy alto. Todos los equipos tienen jugadores internacionales porque los jugadores de Gales tienen que jugar si o si acá en el país, Italia tiene repartidos sus jugadores en sus dos franquicias, los dos equipos de Escocia también son la mayoría del seleccionado y los de Irlanda pasa lo mismo».
Diferencias con Jaguares: «En Jaguares el nivel de profesionalismo que habíamos logrado era altísimo y la exigencia también. Cuando uno viene acá se da cuenta. Acá hay un poquito más de libertad y no están todo el día diciéndote que hacer. Vos tenés tu plan de entrenamiento pero si querés cambiar algo hay completa libertad dentro de los parámetros que marcan los entrenadores».
La relación con el staff: «Los entrenadores me recibieron de una manera increíble, confían en mi y han visto como jugaba Jaguares y como juegan Los Pumas. A veces vienen, me preguntan y está buenísimo porque yo puedo aprender muchísimo de ellos y ellos también se pueden nutrir de una cultura distinta».
La campaña del equipo: «Ahora quedan dos partidos muy importantes para ver si clasificamos a la Champions Cup del año que viene. El equipo está levantando mucho el nivel y compitiendo de igual a igual contra cualquiera. La verdad es que estoy muy contento y es un desafío espectacular porque es un club en el que se puede aportar y crecer mucho».
Los Pumas: «Como dije siempre, y eso no ha cambiado, hoy mi cabeza está puesta 100% en Dragons porque yo se que haciendo bien las cosas acá voy a estar más cerca de jugar en Los Pumas. Creo que es lo que cualquier jugador argentino aspira».
«Que me critique alguien detrás de una pantalla o un celular no me afecta en nada, pero a por ahí a tu familia leer eso si le influye y al final te ponés mal por ellos. Creo que muchas veces la sociedad canaliza en el deportista sus miserias o alegrías».
Jugar sin público: «Hemos jugado sin público y es una lástima porque acá el rugby se vive de una manera increíble. Es el deporte por excelencia del país y son fanáticos a otro nivel. Estoy ansioso esperando que pueda volver el público para poder disfrutarlo».
Los Tordos: «Hoy me doy cuenta lo que es el club y lo que significa en mi vida. Es mucho más que ponerte una camiseta y jugar. Representás a tu familia, a tus amigos y es donde tuviste tus mejores vivencias. Los chicos de acá que me preguntaban como era el rugby en Argentina y trataba de explicarles como es la vida de club porque en ninguna otra parte del mundo se vive así. Justo un par de días después me pasaron un video del aniversario del club. Lo vi un domingo acá, de lluvia, y no llegué a llorar pero estuve ahí. No soy muy sensible pero me pegó fuerte».
Culturas diferentes: «Es difícil explicar acá nuestra cultura, no solo en cuanto al rugby. Es imposible que entiendan aunque tratés de explicarles. No se si lo ven como una película pero es imposible que dimensionen algunas cosas, por ejemplo lo que era Maradona para nosotros o lo que es un Boca-River. Les mostrás algunas cosas y se sorprenden. Son fanáticos pero no lo llevan al extremo que lo lleva el argentino».
El 2020: «Fue el año más duro, más lindo y más cambiante. Una montaña rusa increíble. Hubo momentos en los que uno no sabía que iba a pasar y por ahí uno de afuera piensa ‘estos son deportistas no les pasa nada’ pero hubo situaciones muy estresantes y duras para la cabeza. Pero después viendo como le ganamos a los All Blacks decís que locura lo que pudimos lograr y lo que se puede hacer cuando uno se propone algo. Esa locura del deportista argentino se sumó también a hacer las cosas bien porque sino no alcanza. Nosotros veníamos haciendo muchas cosas para que esto se de. No fue que salimos a la cancha como locos y que sea lo que sea».
La autoexigencia: «Detesto perder. Es una de las cosas que tengo que mejorar porque soy recontra autoexigente y me perdono muy pocas cosas. Cuando perdemos lo sufro y acá cada uno lo vive a su manera, yo me concentro mucho en lo mío y trato de sumar desde donde me toca aportando cosas buenas al equipo».
La adaptación a su nuevo equipo: «Tuve la suerte de estudiar inglés desde chico y hablo bastante bien pero igual acá es todo nuevo, cualquier código o indicación por mínima que sea, es diferente. Son muchas cosas a las que te tenés que adaptar para jugar bien como por ejemplo conocer a tus compañeros o saber como ellos entienden el rugby. Obviamente dentro de la cancha se da todo de una manera más natural pero como medio scrum tenés que saber muchas cosas para que el equipo funcione bien».
El rugby galés: «Había jugado contra Gales y sabía un poco como lo viven o como intentan jugar ellos. Pero como medio scrum tenés que entender hasta como tiene que ser el trato con tus compañeros. A un argentino vos sabés el modo en el que le podés decir algo y como se lo va a tomar. Capaz lo traducís al inglés y listo, pero no sabés lo que tu compañero va a interpretar. Tenés que ir viendo como reacciona cada uno cuando das una orden, que es algo básico de mi puesto».