Pablo Garretón y Daniel Hourcade son dos de los tucumanos que tienen un lugar en la historia del rugby nacional. Los dos son formados en Universitario de Tucumán y mientras Garretón fue capitán en los 90, el Huevo fue el head coach desde el 2013 hasta hace unos días.
Ambos fueron distinguidos por su trayectoria en la Legislatura de su provincia y brindaron una charla en la que quedaron muchas frases para destacar:
Pablo Garretón
«El rugby ha tenido siempre una manera de vivir alocada, por un lado esta el juego y por el otro está el lado humano, el juego va cambiando, va evolucionando, sin embargo el lado humano no se ha movido y aunque parezca que cada vez tiene menos valor es el más importante, es lo que le sirve a la sociedad»
«Nadie logra ser una buena persona sin hacer un sacrificio o un gran esfuerzo, todos tenemos tentaciones y el deporte nos enseña a practicar ese sacrificio para ser un mejor tipo»
«Se puede hablar mucho pero el ejemplo es lo que queda y es lo que nos da la plena certeza de que lo que uno está escuchando es cierto. No somos lo que decimos que somos sino somos lo que hacemos»
«Si el paso por el deporte no le sirve a alguien para ser una mejor persona, ha sido en vano. El deporte no ha servido»
«En este tiempo de la Argentina y el deporte en particular no creo que haya otra forma de salir adelante que uniéndonos»
«Lo que me llevo del deporte es que siempre fruto del sacrificio han venido cosas buenas, me he tenido que sacrificar mucho para recibirme de médico, para hacer mi residencia y formarme como médico, en mi familia lo mismo y en el rugby también, mucho de lo que logré fue por formar parte de equipos en los que tirábamos todos para el mismo lado»
Daniel Hourcade
«Hoy no me toca estar más en Los Pumas pero el proyecto sigue. Tenemos un proyecto deportivo a 10 años que termina el año que viene en el Mundial y en lo institucional la UAR tiene un proyecto a 50 años»
«El rugby argentino tiene desde 2016 32 jugadores contratados pero en el país hay 120.000 jugadores, es profesional solo el 0,02%. El rugby argentino es amateur y es de clubes»
«Ese entrenador que es voluntario lo hace con amor y eso transmite valores que sirve, no para el partido del sábado, para la vida. De eso se trata el deporte»
«En nuestro país cuando un chico va a un club no se pone la camiseta, se la pinta en la piel. Eso es el sentido de pertenencia y es lo que hace la diferencia»
«Cuando llegó Graham Henry en el 2012 nos reunimos con él todos los entrenadores nacionales para mostrarle nuestro sistema de juego. Cuando terminó la exposición el tipo se paró y empezó a aplaudir y dijo ‘yo no hubiese sido capaz de hacer un sistema de juego como este’. Lo decía en serio pero también dijo ‘tienen un sistema de juego fantástico pero no saben pasar la pelota, no saben tacklear’. Es decir, somos especialistas en hacer grandes cosas pero no sabemos hacer las cosas simples bien. No hay sistema que funcione si la acción individual falla»
«En la vida y en el rugby hay que generar hábitos. Cuando uno es chico le enseñan a levantarse y lavarse los dientes, muchas veces uno ya ni se da cuenta que se los lava, tiene un hábito, no necesita pensar para hacerlo bien»
«Si no hay un buen grupo humano, nunca van a tener un equipo. Para nuestra idiosincracia es fundamental y es lo que nos hace lograr cosas que parecen imposibles»
«En el año 2007 los 30 jugadores que estaban en el plantel de Los Pumas jugaban en Europa, en 2011 hubo 9 jugadores que habían estado en los Pampas y en el Mundial 2015, 25 jugadores formados en Argentina fueron parte del plantel que jugó el Mundial en Inglaterra. Ese fue el éxito»
«Cuando vino el Rugby Championship empezamos a tener problemas porque hubo jugadores que creyeron ser más importantes que el equipo y no estoy juzgando a nadie. Es muy fácil equivocarse, es una línea muy finita que es facilísimo cruzarla»
«En 2013 hubo que tomar decisiones fuertes. Hubo jugadores que no los llamamos más y eran los mejores. Era muy difícil, muy duro, pero era una realidad que se necesitaba porque el problema que se generó derivó en la renuncia del entrenador por problemas internos, porque estaba el staff dividido y los jugadores estaban peleados. Estaba todo mal»
«Hubo que cambiar el capitán por una razón muy simple. Corcho Fernández Lobbe es un señor, un crack, pero era el líder y no tuvo la capacidad, como responsable y líder, para controlar una situación que derivó en un problema muy grande para el rugby argentino. Terminó, por buen tipo, siendo ambiguo»
«No se cual es el secreto del éxito pero si del fracaso, querer conformar a todos»
«El capitán fue Agustín Creevy, que había sido el capitán en la Copa Vodacom del 2011, cuando estuvimos 3 meses en Potchesfroom, donde no había nada para hacer, y tuvo la capacidad para que todos estuviéramos felices y contentos cada día en esa concentración. Era el liderazgo que se necesitaba»
«En el 2007 salimos terceros pero jugábamos horrible, jugábamos al error. Había que tomar riesgos y entonces cambiamos el juego»
«Teníamos a los jugadores que habíamos formado nosotros pero a los otros, que jugaban en Europa, era muy difícil convencerlos porque tenían temor al papelón. Les dimos confianza para salir a arriesgar contra los All Blacks y si salía mal los responsables éramos nosotros, por eso salimos a la prensa a decirlo, para resguardarlos de las críticas»
«Con Sudáfrica, jugando por el cuarto puesto del Mundial, el capitán era Nico Sánchez y estaba un punto abajo para ser el goleador. En la última pelota el árbitro nos da un penal, el partido ya estaba definido y si Nico pateaba a los palos iba a ser el goleador del Mundial, un logro tremendo. Y Nico la jugó porque jamás pensó en él, íbamos a buscar un try por el orgullo del equipo. Gracias a Dios se marcó el try y Nico con la conversión fue el goleador, pero cero festejo, puso el equipo por delante de todo»
«Tenemos una historia que hay que respetar. En el año 2015 con Los Pumas del 65 pasamos una semana fantástica y se le ganó por primera vez en la historia a Sudáfrica. No tenga ninguna duda de que la presencia de nuestros viejos fue la clave»