¿Hasta donde podrían los entonados Pumas de Mario Ledesma poner en apuros a los mejores del mundo? Esa era la gran incógnita en la fría noche de Nelson, una pequeña ciudad que por primera vez (y lógicamente a estadio lleno) sería sede de un test match de los All Blacks.
El comienzo no fue de lo más alentador ya que una infracción en el scrum permitió al debutante Richie Mo’unga abrir el marcador. Para colmo, en la salida, Nico Sánchez dejó pasar una chance clarísima de empatar con un remate dentro de las 22 rivales.
Como era de esperar,la presión argentina fue buena pero los hombres de negro, pese a que tuvieron que hacer un par de cambios muy rápidos por distintas lesiones, se mostraron precisos y sueltos para jugar con las manos y a lo ancho de la cancha.
Pese a un line perdido con lanzamiento propio, lo mejor de Los Pumas llegó a partir de una pelota recuperada que bien manejada le llegó a Ramiro Moyano para que dibuje un try sensacional desairando el cierre de los backs locales y poniendo arriba a Argentina en el marcador pero solo por un par de minutos porque de salida quebró el potentísimo Shannon Frizell y originó la conquista de Milner-Skudder.
La actitud positiva de Argentina para presionar en defensa e intentar jugar cada pelota se encontró con la asfixiante carencia de tiempo y espacio en cada situación y por eso no extrañó que TJ Perenara apoye la segunda conquista neocelandesa (15 a 7).
De inmediato, otra vez de pelota recuperada, Sánchez generó un gran quiebre y Matías Moroni apoyó en el ingoal, pero tras revisar la jugada en más de una ocasión el árbitro con convalidó el try. Además Mo’unga, antes del cierre, transformó en 3 puntos uno de los numerosos penales que cometieron Los Pumas y cerró el parcial en 18 a 7.
Si algo necesitaba el equipo argentino era marcar puntos rápido y de salida llegó el try de Sánchez, que sumado a la conversión del tucumano achicó otra vez la distancia a tiro de try (18 a 14). Poco después Los Pumas dispusieron de un scrum cinco a favor, pero una vez más cometieron una infracción forzada por los pescadores rivales. La respuesta neocelandesa no se hizo esperar y Kieran Read definió un buen movimiento colectivo iniciado en un quiebre de Ben Smith.
Ledesma recurrió rápidamente a los cambios incluyendo a los dos pilares debutantes, Gastón Cortés y Juan Pablo Zeiss, además el equipo mantuvo la actitud ofensiva y Sánchez, de penal, no solo descontó de penal sino que llegó a 653 puntos y superó a Felipe Contepomi (651) como máximo goleador histórico del seleccionado argentino.
Sin embargo, como en todo el partido, cada buena acción de Los Pumas provocó una inmediata reacción de los All Blacks y un nuevo try de Perenara elevó la distancia a más de dos tries convertidos (32 a 17).
Los cambios sirvieron para mantener la intensidad y forzar a que los All Blacks cometan algunos penales. Los Pumas intentaron llegar al try primero con el line y luego con el scrum, formación desde la que llegó la conquista de Emiliano Boffelli para quedar a 8 puntos (32 a 24) con 10′ por jugar.
De todas maneras, los bicampeones del mundo otra vez salieron rápido del apuro y tras 16 fases exigiendo a la defensa argentina, Frizell coronó un gran partido apoyando su try y poniendo el resultado a salvo en los últimos 5′ de juego.
Otro try (lo hizo Goodhue) que estableció el 46 a 24 final no empañó lo hecho por Los Pumas, que fueron competitivos y, aún con muchos detalles por corregir, se dieron el gusto de apoyar tres tries y poner bajo presión, en su propia casa, al que indiscutiblemente es el mejor equipo del mundo.