30 frases para recordar al Veco Villegas

El 12 de junio de 1988, en una trágico accidente áereo ocurrido en Posadas, falleció Carlos Veco Villegas. Ex jugador y entrenador de Liceo Militar, el Veco, como todos lo conocían, marcó una época en el rugby argentino como entrenador del SIC y de Los Pumas.

A 30 años de su fallecimiento, una buena manera de recordarlo es resaltar 30 frases de Villegas extraídas del libro de Sebastián Perasso «Veco  Villegas, pasión por el rugby». Las mismas sorprenden porque son perfectamente aplicables a la actualidad:

«En una época marcadamente materialista como la que vivimos, no es fácil enseñar y difundir un deporte como el nuestro dentro del contexto de su espíritu y tradiciones»

«Aprendí de Francisco Ocampo, que «un deporte vale como consecuencia de la educación que deja en quien lo practica». Esta educación se refiera a la capacidad del hombre de darlo todo sin pedir nada a cambio. Es la entrega total a una causa, en rugby llamada equipo, colores, amistad, como consecuencia de un compromiso adquirido previamente»

«Por suerte y para alegría de todos los que pertenecemos a la familia del rugby, al chico que se inicia no solo se le enseña a jugar sino también que el rugby es un complemento de nuestras vidas que busca hacer hombres mejores»

«Entre el juego fuerte y el juego sucio hay solo una tenue barrera de diferencia y solo uno mismo sabe cuando pasa de un lado al otro»

«Quien no practique la idea de que el rugby consta de tres tiempos no lo ha entendido en toda su dimensión»

«Querer ganar es sano siempre y cuando se usen los caminos correctos para lograrlo»

«Podrá haber distintas maneras de canalizar el aliento al equipo, pero con seguridad no hay que desvirtuar esta sana participación ofendiendo al adversario y mucho menos al árbitro. Si ellos no podemos jugar»

«El medio más eficaz que tienen los clubes para canalizar por el camino correcto el crecimiento natural de nuestro juego es, sin dudas, el plantel superior que sirve de ejemplo a todo el club»

«Los entrenadores somos los que estamos en mayor contacto con los jugadores, somos nosotros los primeros responsables de mantener el espíritu y las tradiciones del juego»

«El rugby es un medio y no un fin en si mismo. ¿Un medio para que? Para educar, para relacionar y para divertirse. Para educar porque desgraciado aquel deporte que no deja algo trascendental en la vida del que lo practique. Para relacionar porque no se puede jugar al rugby sin adversarios. Para divertirse porque en el rugby, aún en los estratos más altos, siempre hay lugar para disfrutar»

«Cuando enseñamos a empujar firme en el scrum lo que buscamos es la enseñanza de la acción en equipo y de que ninguno puede aflojar porque perjudica el trabajo de los demás»

«La actitud requiere que los jugadores, inmediatamente después del partido, superen cualquier sentimiento. No hay nada más importante en ese momento que agradecer al contrario. Ya habrá tiempo para el festejo o la desazón»

«Los principios del rugby nos enseñan a tacklear muy duro dentro de ciertos límites. Los importante es llegar a desarrollar en el jugador tal autocontrol que él sea el verdadero juez de esos límites»

«No tenemos que andar esparciendo a los cuatro vientos que el rugby es para hacer amigos sino que tenemos que ir y hacerlos»

«Rugby es ser sano física y mentalmente. Es el punto de mira que se debe tener al dirigir un equipo. Y hay que comenzar por dar el ejemplo porque difícilmente se puede inculcar algo que es tan importante como la filosofía y el espíritu del rugby si realmente no se tiene»

«Peter Lawless, en su libro El rugby es un juego de ataque, decía ‘el jugador de rugby tacklea y es hombre o no lo es’. Es normal tener miedo a un golpe, no es algo grave, lo importante es aprender a vencerlo, y el rugby nos da esa oportunidad»

«Muchas veces escuché que ‘hay que saber perder’. Es lo más mediocre que he oído en mi vida. Hay que saber ganar honesta y limpiamente. Y ganar implica saber comportarse en la victoria, y aquel que no se agranda y no sobra al rival en la victoria se va a saber comportar en la derrota»

«No es cierto que el rugby de antes era mejor que el de ahora. Si nos ocupamos de la filosofía del rugby no es porque estemos preocupados por la conducta en el rugby actual. Estamos preocupados por la conducta del rugby porque es algo que debe preocuparnos siempre, porque en definitiva es el principal objetivo del juego»

«El valor de cada forward para el equipo depende de su habilidad para sumar su esfuerzo al de todo el pack»

«El juego de backs es brillante y el juego de forwards es apasionante»

«Francisco Ocampo, un adelantado, decía ‘la tarea del forward siempre empieza'»

«La principal condición que debe tener un forward es la entrega total, sin pedir nada a cambio, para lograr que su pack sea triunfante»

«La filosofía del scrum nos enseña y pone en práctica un principio de la vida irrebatible que es que debemos aprender a vivir en función de los demás y a pensar en el prójimo, y no solamente en uno mismo»

«El gran forward es el que llega a disfrutar tanto del juego que adquiere una preparación que lo hace olvidar el riesgo que corre su propio físico»

«En Nueva Zelanda se llegó a decir que es un gran honor ser un All Black, pero es un doble honor ser un forward All Black»

«El forward por excelencia es el líder de su pack y no necesariamente tiene que ser el mejor sino reunir tres características: ascendencia sobre sus compañeros, conocimiento del juego (incluido el reglamento) y entrega sin dar tregua ni un instante»

«En los rucks y mauls, el forward juega de forward»

«Todo forward que aspire a ser un grande al servicio de su equipo debe valorar las salidas (de mitad de cancha o de 22 metros) en su verdadera dimensión»

«Un pack de forwards capaz de tacklear es un pack preparado para la victoria. Recordemos el principio neocelandés que dice ‘un gran ruck se inicia en un gran tackle'»

«Francisco Ocampo contaba que el ejército inglés utilizaba el rugby como elemento de instrucción militar para la guerra porque enseñaba disciplina de conjunto, unión, trabajo en equipo y ese desprecio que tiene todo soldado por su propio pellejo»