Desde hace más de dos años, cuando comenzó la experiencia de Jaguares en el Súper Rugby, se viene escuchando una pregunta: «¿Cual es la diferencia entre los Jaguares y Los Pumas?». Buscando un paralelo deportivo una vez respondí: «Hace de cuenta de que invitan a Argentina a participar de la NBA, le ponen otro nombre al equipo y contratan a los mejores jugadores de la selección nacional pero además tienen otros entrenadores y ponen una regla de que no se convocará a la selección a quienes juegan en equipos europeos».
La verdad es que ni yo quedé muy conforme con la respuesta pero al menos con la mención a la NBA dejaba claro que Jaguares compite en un nivel de elite mundial (por algo se llama Súper Rugby) y que, salvo excepciones, Los Pumas estarían integrados por los mismos jugadores ya que no se tiene en cuenta a quienes juegan en otras ligas extranjeras.
Está más que claro que tener una franquicia en el Súper Rugby es algo muy positivo para el crecimiento del seleccionado nacional pero también hay que reconocer que no es una razón suficiente para que Los Pumas tengan mejores resultados.
Una interesante estadística publicada por el periodista Russ Petty (en twitter es @rpetty80) muestra que en los 13 partidos de este año Jaguares utilizó desde el arranque un mínimo de 10 y un máximo de 14 de los 15 jugadores que fueron titulares en el primer test match de Los Pumas ante Gales.
Argentina XV – starts this season for Jaguares. pic.twitter.com/s8NdK4yKu9
— Russ Petty (@rpetty80) 9 de junio de 2018
¿Es una ventaja que los jugadores compitan todo el año juntos? Si, aunque es justo señalar que el staff técnico cambia de un equipo a otro y además un dato no menor es que así como Argentina tiene una franquicia profesional con 30 o 40 jugadores compitiendo en el mejor nivel durante todo el año, los demás países del tier 1 (o de primer nivel) tienen dos, tres, cinco y hasta 14 (en el caso de la liga de Francia) equipos entre los cuales pueden elegir jugadores.
Jaguares es algo muy importante pero la base aún es chica, sobre todo con la decisión de no convocar a quienes juegan en Europa. Un caso testigo fue el del primer test con Gales cuando se lesionó Nicolás Sánchez, quien por otra parte ya anunció su pase al rugby francés, e ingresó Santiago González Iglesias. No me caben dudas de que era la mejor opción disponible y de que González Iglesias tiene la suficiente jerarquía y experiencia para remplazar a Sánchez, pero entre el año pasado y este año sobran los dedos de la mano para contar los partidos en los que jugó de apertura. Lo cierto es que quedó expuesto que Los Pumas no tienen muchas opciones para elegir en ese puesto y eso ocurre también en otras posiciones.
No me sumo tampoco a comparar Jaguares con Pumas. Un partido de Super Rugby es incomparable con un test-match. Está 3 o 4 escalones más abajo.
— Jorge Búsico (@JorBusico) 10 de junio de 2018
Otro aspecto a tener en cuenta para entender porque pasamos de 6 triunfos seguidos de Jaguares a una derrota de Los Pumas cuando el equipo fue prácticamente el mismo (más allá de que un mal partido lo puede tener cualquiera) es el hecho de que el rugby de test match no es igual al de otras competencias. Por más partidos que tengan jugados en Jaguares para Bautista Delguy el sábado fue su debut en Los Pumas y para Gonzalo Bertranou fue su primer test como titular. No se trató de un partido más.
“La verdad que el cambio de jugar Súper Rugby a test match es notorio. Estos son seleccionados y los jugadores son los mejores de cada equipo de ese país. La intensidad y la dureza física es mucho mayor» señaló el tucumano Ramiro Moyano.
De ninguna manera esto trata de justificar lo que fue una pobre actuación del seleccionado nacional. Tampoco de menospreciar las muy buenas actuaciones de Jaguares en esta temporada. La idea es solo ayudar a entender que la franquicia y el seleccionado no son lo mismo, son parecidos pero no iguales.