Los Tarcos alcanzó su 14ª estrella en el rugby tucumano, más precisamente en el Regional del NOA tras vencer en la final a Tucumán RC por 21 a 16. Las conquistas del equipo del ex aeropuerto fueron en los años 1966, 1967, 1969, 1975, 1976, 1983, 1984, 1985, 1986, 1987, 1994, 2004, 2016 y 2018 (las tres últimas a nivel regional). Cabe señalar que los Rojos también tienen una vuelta olímpica en el Torneo del Interior A (en 2016) y en la lista puede agregarse el Torneo de Clubes Campeones, aquel que organizaba anualmente el Mendoza RC, obtenido en 1987.
Para entender lo que se vivió en la definición del Regional del NOA, Federico Espósito lo reflejó en el Diario La Gaceta: «Pocas veces en la historia a la cancha de Lawn Tennis le quedó tan ajustado el apelativo de Caldera del Parque. Como si la combinación desesperante entre calor, humedad y mosquitos no fuera suficiente, Los Tarcos se encargó de desatar allí el infierno mismo con esa máquina de bombear sangre que tiende a explotar cuando más torcida se pone la cosa. Esa identidad, ese enfermizo amor propio de los Rojos que a lo largo de su historia le ha brindado fuerzas de donde ya no las había para ganar batallas que la mayoría hubiera dado por perdidas, es también el que le permitió ganarle la final del Regional Fredy Narese al mismo Tucumán Rugby que en el Súper 10 lo había noqueado sin respuestas en Yerba Buena. Los del ex aeropuerto esperaron para desquitarse ganando el partido más importante, el que definía cuál se llevaba el título de campeón del NOA.
Fue 21-16 el resultado final de la chapa en una final en la que al ganador le costó hacer pie en el primer tiempo, pero supo compensarlo con una segunda parte entre furiosa y estratégica, en la que fue carcomiendo la confianza del Verdinegro con la potencia de su pack de forwards y la profundidad y picardía de sus tres cuartos. Así se explica que la vaya a tener como destino final las vitrinas de Brígido Terán al 500.
Dicho sea de paso, esta conquista puede tener para muchos un gusto un poquito más dulce que la de 2016. Sí, puede ser que comparados con ese peregrinaje de 12 años por un desierto seco de títulos, estos dos años de espera no sean más que un pestañeo, pero nunca será lo mismo compartir un título con Universitario que celebrarlo en absoluta soledad. Esta vez, el rey es uno solo y se llama Los Tarcos Rugby Club»