Los partidos de Los Pumas son un punto y motivo de reunión de todo el rugby argentino. Desde los chicos de infantiles de distintos puntos del país que viajan con la ilusión de ver de cerca a sus ídolos, hasta los dirigentes, veteranos o ex jugadores. Todos disfrutan a su manera con la excusa de ver jugar al seleccionado nacional.
Lo que no deja de sorprender es el fuerte vínculo que se genera en el intercambio y su vigencia en el tiempo, más allá de las distancias que impone la geografía o el trajín diario. Hay algo que es parte de nuestro juego y que rompe esa barrera.
Allí estaba Diego Albanese, un consagrado con cientos de giras encima, pasándola bien con amigos a los que conoció en un viaje a Mendoza, hace 28 años, cuando jugaba en la M17 del SIC. Es decir una gira como las que miles de chicos, de cualquier club del país, realizaron el último fin de semana.
https://www.instagram.com/p/Bm8dvTBndv_/?taken-by=chualbanese
En aquella ocasión, Albanese y sus compañeros del SIC fueron recibidos por la 73 de Los Tordos, quienes un día antes se reencontraron en una cena en el club para recordar a su amigo Martín Grau, fallecido hace 25 años.
Hubo amigos que llegaron de Rosario, Córdoba, Salta, San Juan, Buenos Aires y otros lugares que se reunieron para homenajear a otro ex puma, Miguel Ruiz. Recordando vivencias dentro y fuera de la cancha, jugando juntos o enfrentados, en sus clubes o en algún seleccionado, pero siempre con el rugby como vínculo.
También estuvieron en Mendoza Los Pumitas campeones de 1993, que se reunieron con la excusa de celebrar los 25 años de aquel Mundial y disfrutaron del reencuentro como si estuvieran en un viaje de egresados, recordaron a sus entrenadores que ya no están y hasta uno de ellos le puso el título a esta nota: «No hay nada como los amigos que te da el rugby»
https://www.instagram.com/p/Bm7Gs3InraT/?taken-by=abelpicchio