Argentina XV ya no tiene más compromisos este año, pero Ignacio Fernández Lobbe, head coach de ese seleccionado nacional, sigue trabajando. Sobre su balance del 2018 y lo que viene, el ex segunda línea de Los Pumas, dialogó con Rugby.com.ar.
Su trabajo actual: «La idea de Pancho Rubio, que es el gerente general de la UAR, es que los entrenadores nacionales vayamos visitando los distintos Pladares y Centros de formación para ver como están trabajando, charlar con los managers, verlos trabajar y ver en persona a los jugadores, no solo a los que ya han participado de los seleccionados sino también los que se están entrenando en los Pladares y a algunos jóvenes que tal vez no están en el radar nuestro».
Lo que viene: «El calendario nuestro a nivel de competencia ya terminó. Lo único que está quedando es en diciembre una concentración de 3 días con primeras y segundas líneas, como se hizo el año pasado, para ver si se puede sacar algún jugador que no esté en el sistema o si esté en el sistema pero no haya tenido participación en algún seleccionado. La idea es verlos entrenar y sacar algún jugador para que inicie el 3 de enero la pretemporada en el Pladar o en algún equipo nacional, sea Jaguares o Argentina XV que en 2019 arranca más temprano por el Mundial y también por el formato del Americas Championship, con un fin de semana de descanso en el medio, en el que arrancaríamos el 2 de febrero, contra Brasil en Neuquén«
Su continuidad: «Mi contrato vence el 31 de diciembre y la perspectiva es que hay voluntad de que continúe como head coach pero todavía no está definido. La idea de Pancho Rubio, y de la UAR, según lo que estuvimos hablando, es que yo continúe y veremos como se organiza el staff. Hasta que no se confirme no se puede decir nada pero mientras estamos planificando todo para el año que viene no dejar nada librado al azar».
El balance de Argentina XV en 2018: «Es complicado el lugar que nos toca porque es un seleccionado por el que pasan muchos jugadores, no solo los que están la mayor parte del tiempo con nosotros sino algunos que a veces nos piden de arriba o de abajo que los pongamos porque los quieren ver. Por eso hay mucha rotación. También hay veces en las que no queremos convocar a más de dos chicos por club para no entrar en conflicto. El otro día hacíamos un listado de la cantidad de jugadores que pasaron por el equipo y el número es sorprendente: fueron 75, que es un montón. En ningún equipo profesional del mundo pasan tantos jugadores en un año. Son 75 que van desde Leguizamón, Montero o Cubelli hasta chicos como el mendocino Julián Martín que jugó contra Brasil en el Sudamericano, con 18 años y de pilar derecho, un puesto en el que no venía jugando. Es complicado, pero es la situación que nos toca. Para el año que viene trataremos de aprender de los errores y trataremos de trabajar con un grupo más reducido. También seguir desarrollando jugadores nos da alegrías. El año pasado Delguy, Cancelliere, Bruni y Medrano estuvieron con nosotros y hoy están en Jaguares o Pumas, eso nos pone contentos porque nuestro trabajo es que los jugadores se den cuenta de la importancia que tiene ponerse la camiseta nacional, que sepan que están en un lugar privilegiado y que si hacen bien las cosas, no solamente en el seleccionado sino también en sus clubes, van a poder llegar más arriba».
Un Puma en Argentina XV: «Cubo (Tomás Cubelli) venía de una lesión de varios meses en el cuello y la idea fue que empiece a tomar ritmo con nosotros. Una vez que le dieron el alta participó de 5 o 6 partidos que le vinieron bien para recuperar ritmo de juego y sacarse la mala sensación después de la grave lesión que tuvo. Terminó jugando de titular en Los Pumas en la gira por Europa y está muy contento. Tanto él como todos los chicos con experiencia a los que les ha tocado bajar a Argentina XV nos sirven para que les transmitan a los más jóvenes la importancia de ser profesional y cuidarse para estar en el alto nivel»
Los resultados de Argentina XV: «El objetivo era ganar los torneos en los que participamos. El primer partido del año lo perdimos nosotros, contra un equipo de Estados Unidos al que le faltaban solo 2 o 3 jugadores y fue una buena medida. Después pasó lo que pasó con Uruguay y Brasil, que no estaba en los planes, pero son aprendizajes que sirven para darnos cuenta de que el rugby está evolucionando un montón, que no hay que subestimar nadie y que si en un partido tenés la posibilidad de hacer 70 puntos los tenés que hacer y nos dormirte en los laureles como pasó con Brasil al que le íbamos ganando 32 a 0 y terminamos perdiendo por bajar en la parte mental. Es algo que uno no se puede permitir cuando tiene puesta la camiseta argentina».
La relación con el staff de Los Pumas: «Es muy fluida porque nosotros hemos compartido muchísimo la cancha durante casi 12 años, tanto con Mario, Nico Fernández Miranda y Gonzalo Quesada. Nos juntamos, vamos a ver los entrenamientos y desde principios de año, cuando ellos estaban en Jaguares, venían a ver lo que hacíamos. La relación es muy fluida y tiene que ser así. En los lanzamientos cada uno le pone lo que quiere para su equipo pero hay una idea de juego, obviamente. Si estamos tratando de hacer un rugby dinámico no vamos a salir a jugar al maul y a las piñas o a patear todas a cargar. El sistema de juego es el mismo pero con pequeñas cosas en las que cada uno pone su impronta»
El rugby de clubes: «Creo que hay una disparidad entre Buenos Aires y el resto del país. Se vio en el Nacional de Clubes que hay mucha diferencia. En la URBA también se marca mucho la diferencia entre lo que es el Top 12 y de Primera A para abajo. Pero lo que veo es que cada día es más competitivo y los clubes ya dejaron de hacer un rugby social. Hoy muchos tienen secretario técnico, nutricionista, kinesiólogo y los chicos se entrenan 3 o 4 veces por semana. Hay un profesionalismo pese a que los clubes siguen siendo amateurs. Va a haber un grupo de jugadores que va a tener que tomar una decisión, con todo lo que se viene para 2019 o 2020, de si juegan para un seleccionado y cuando puedan volverán al club. El rugby se está poniendo cada vez más exigente y eso también está buenísimo para que el salto del club a Jaguares o Pumas no sea tan grande. Se está trabajando en armar una Liga Sudamericana, se está por confirmar el ingreso de un equipo a la Currie Cup en Sudáfrica y son cosas muy buenas para los jugadores, pero también va a ser durísimo. No es fácil irse 2 o 3 meses a vivir a otro país, pero es lo que conlleva el rugby profesional y son decisiones en las que cada uno tendrá que pensar que quiere hacer de su vida. Jugás en tu club tranquilo, estudiás y trabajás o le ponés todas las fichas al rugby profesional y solo cuando no tenés compromisos con algún seleccionado podés volver al club. Está buenísimo que a los jugadores les tire el club pero la verdad que hoy la responsabilidad te lleva a estar mejor preparado, los calendarios son muy extensos y el jugador va a tener que elegir».
Sus hermanos: «Nico está colaborando en Liceo Naval con el plantel superior y todo lo que es la estructura del rugby del club, además tiene su consultora y Juan está en Toulon haciendo su primera experiencia como entrenador, no arrancaron muy bien que digamos y más en un club con tanta presión, pero más allá del mal comienzo está bastante contento. Nico siempre dice que el era el mejor jugador de los tres pero no tenía cabeza y el que más cabeza tenía era yo. Como entrenadores veremos en unos años, estamos empezando. En mi caso trato de transmitir la experiencia de tantos años en el seleccionado y en el rugby profesional, además de todo lo que me inculcaron en mi club. Este deporte se juega yendo para adelante, con y sin la pelota, respetando las reglas, sacrificándose y con una gran parte de estrategia. El juego se está poniendo muy dinámico, que es muy lindo de ver, pero la base de este deporte es la cabeza y la defensa, que es lo que más me gusta trabajar dentro del equipo».
Un staff con los los tres Fernández Lobbe: «Ojalá, veremos. Hemos trabajado con Nico en el M20 hace dos años y mal no nos fue, salimos terceros en el Mundial. Por cosas de la vida el dejó la unión pero veremos en un futuro si se puede. Trabajamos juntos muy bien, él como head coach y yo como entrenador de forwards y de defensa. El tiempo dirá, veremos si algún día Corcho vuelve de Francia, donde ya lleva varios años, aunque está en uno de los mejores clubes del mundo. Nunca hay que cerrar la puerta».