El Chacho y el Darda: el rugby los une

Horacio Herrera y Fernando Del Castillo fueron dos grandes jugadores y ahora sobresalen en el rugby del continente desde otro lugar. El Chacho y el Darda son dos históricos de sus clubes y sus uniones que coincidieron en distintos equipos nacionales en los años 90 y hoy trabajan juntos en Sudamérica Rugby.

Si el slogan de la entidad madre del rugby continental es El rugby nos une, el de esta charla del canal de twitch de #EdenPark bien podría ser El rugby los une ya que después de haber compartido parte de sus carreras como jugadores, estos dos exponentes de Córdoba Athletic y Jockey de Rosario, a los 50 años, son Gerente de competencias y desarrollo, respectivamente, en la entidad madre del rugby continental.

La charla, mezclada algunas anécdotas de las giras que les tocó compartir, empieza con recuerdos de aquellos años de juventud, sobre todo de los Wallabies (la camada 71 del Jockey rosarino) y de Los Pumitas, donde ambos fueron campeones de la FIRA pero con un año de diferencia.

El Chacho Herrera

Se destacó como apertura en la camada 70 del Córdoba Athletic y con los Dogos fue tricampeón argentino en 1995, 96 y 97.

Fue campeón de la FIRA con Los Pumitas en 1989, estuvo en el Mundial Universitario de Italia en 1992, con Los Pumas 7s disputó distintos torneos, incluido el Mundial de Edimburgo en 1993 y el de Toulon 1994 donde Argentina fue campeón. Estuvo en alguna convocatoria a Los Pumas en los 90.

El Darda Del Castillo

Gran figura de la 71 del Jockey rosarino club en el que, entre otros títulos, fue campeón del Seven de la UAR de 1994, del Nacional de Clubes de 1997 y del Torneo del Interior del 2000.

Fue campeón de la FIRA con Los Pumitas en 1990, estuvo en el Mundial Universitario de Italia en 1992, con Los Pumas 7s disputó distintos torneos, incluido el Mundial de Edimburgo en 1993, y formó parte de Los Pumas en los 90, entre otras giras en el Mundial de Sudáfrica de 1995.

«Yo era polifuncional y siempre terminaba siendo una reserva, no me afianzaba en ningún puesto. Para ser centro en el nivel internacional era muy chico, de medio scrum había otros y de diez había varios mejores. Donde más me destaqué fue de centro, como que fue donde le encontré la vuelta», admite el rosarino.

Juntos en la cancha

La primera vez que coincidieron en un equipo fue en el Mundial Universitario de Italia, en 1992, y luego tuvieron una seguidilla con Los Pumas 7s en el 93 ya que jugaron en Punta del Este, Australia, Hong Kong y finalmente el primer Mundial de la especialidad, en Escocia, donde Los Pumas 7s obtuvieron la Copa de Plata.

«Yo soy un año más grande pero creo que nos conocimos en el seven y desde ahí fuimos inseparables» dice el Chacho que reconoce: «Fernando trascendió mucho más que yo a nivel internacional».

Respecto de adonde les hubiera gustado jugar a nivel profesional, el Darda se inclina más por «Gales o Inglaterra. Me hubiera gustado jugar en Leicester» y el Chacho manifiesta su gusto por «Toulouse, aunque ahí hubiera jugado en la preintermedia. Para mi es la esencia del rugby francés».

Juntos fuera de la cancha

«Antes de la pandemia viajábamos cada 15 o 20 días, a veces al mismo lugar, generalmente cuando había una competencia. Llegábamos 3 o 4 días antes, hacíamos cursos, reuniones, charlas con las uniones, etc y después compartíamos todos el espectáculo. También a veces nos toca ir cada uno por su lado, a mi por ejemplo me tocó ir con Guille Signorelli a Centroamérica o con Tato Bassino a Perú», resumió Del Castillo.

Herrera, por su parte, agregó: «Se va viendo como coinciden las actividades. Por ahí competencias es un área que centraliza todo y cuando hay un torneo se hacen capacitaciones y visitas de desarrollo a las uniones».

«Siempre nos mantuvimos en contacto, somos amigos y nuestras familias se conocen. Hablábamos mucho y yo lo trataba de aconsejar, no se si bien o mal, pero hoy el Darda ya despegó. Al principio parecía un pollito mojado y hoy nos pinta la cara a todos. Yo estoy muy contento de tenerlo como compañero» (Horacio Herrera).

«Nos sentimos privilegiados de trabajar de lo que uno le gusta, imprimirle un estilo y ser útiles para el crecimiento del rugby. Lo que somos nosotros es lo que transmitimos en nuestro trabajo«, expresó el Darda.

«Me siento orguloso de pertenecer al equipo de trabajo de Sudamérica Rugby y soy un agradecido a mi club que me apoyó siempre, a mi unión cordobesa donde laburé y aprendí un montón, y a la UAR que dio el visto bueno para que yo pueda estar acá. Y también a todos los países que ahora nos abren las puertas. Somos unos privilegiados por conocer a mucha gente buena y laburadora», señaló Herrera.

Su trabajo en Sudamérica

A la hora de hablar sobre su trabajo actual, Herrera aclara: «Nosotros no somos dirigentes. Somos empleados de Sudamérica Rugby como pueden ser Morena (Abad) o Pancho Rubio en la UAR. El dirigente de rugby argentino es amateur, es voluntario y yo, que los veo en mi club, en la unión de Córdoba, en la UAR o en Sudamérica, me saco el sombrero por el laburo y el tiempo que le dedican. Muchos lo hacen muy bien y laburan palmo a palmo con los rentados, porque ojo que hay tipos que son muy profesionales aunque no cobran. Lo importante es que creo que todos venimos del rugby amateur, sabemos lo que es el esfuerzo y valoramos ese voluntariado».

«Yo arranqué en lo que era a Consur en 2007, que toma la presidencia Ricardo Paganini, un grande. Empiezan a buscar gente, con fondos que bajaba la IRB, porque todavía no era World Rugby, y me llamaron de la UAR donde yo había presentado mi currículum. Yo en esa primera etapa hacía desarrollo, capacitaciones y las competencias que había. Después cambió todo, porque antes la IRB venía directamente y vio que era mejor contratar y capacitar a la gente de acá. En esa época Santi Ramallo (Gerente de Desarrollo para Sudamérica en World Rugby) ya trabajaba junto con Hernán Rouco Oliva y el Yankee Braceras», contó el cordobés.

En su función de Gerente de Desarrollo, el Darda contó: «Es poco lo que sabe de nuestro laburo con Sudamérica Rugby. Son 16 uniones, de Guatemala para abajo, separadas por bandas: High Performance, Performance, Desarrollo y uniones miembro. Algunas son uniones, federaciones o asociaciones, según el país, y nosotros nos vinculamos a ellos para ayudarlas a que haya más y mejor rugby. Son 16 formas distintas de hacer rugby porque cada país tiene su cultura o su forma de hacerlo. En Colombia, por ejemplo, el rugby se juega en las clases medias o bajas».

«Ellos apostaron, más que todo en Medellín, a hacer rugby en los barrios. Que en cada playón deportivo haya instructores de rugby. El gobierno los apoyó mucho y pasaron de 2.000 jugadores a 16.000 en poco más de 10 años», agregó el Chacho.

Siguiendo con el caso de Colombia, Herrera aclaró: «El equipo profesional para la Superliga tiene 10 jugadores argentinos porque ellos todavía tienen una competencia interna que no es la mejor. Es algo así como un Torneo del Interior de Córdoba o Tucumán. Les falta pero van por buen camino. Es el rugby argentino de los 70, tienen mucho por hacer».

Respecto del trabajo que ambos hacen en Sudamérica Rugby, Herrera resumió: «Hacemos un plan regional a 4 años que tiene varias áreas y después ayudamos a las uniones a hacer su plan local con objetivos claros. Algunas tienen como objetivo formalizar la institución, recién están en un primer paso. Otras, como Colombia, ya piensa en la competencia interna o en el alto rendimiento. Esto es lo que se hace también en la UAR, las uniones provinciales y los clubes, todos tienen su proyecto que después se controla y al que se le asignan recursos. Desarrollo es un área muy linda en la que podés trabajar a largo plazo. No es como la competencia donde es todo más resultados, nervios y cuestionamientos. Y el Darda, no es porque sea mi amigo pero está haciendo un laburazo. Después también está el área de capacitaciones y la de gobierno que es la que marca el Norte, más con una gestión como la de Sebastián Piñeyrúa».

«Es muy interesante trabajar con las distintas uniones y hay que estar abiertos para escuchar y saber asesorarlos de la mejor manera posible», agregó el rosarino. «Encontrar entrenadores y dirigentes es difícil. Hay poco conocimiento y entonces hay que tratar de crecer en cantidad de jugadores y después un entrenador no puede entrenar a 100 chicos, tiene que haber uno cada 20. Entonces hay que registrar a los jugadores en actividad y programar cuántos entrenadores y árbitros necesitás. Y después ver la organización de los torneos, las canchas en las que se juega y otras cosas que son muy básicas y por ahí acá en Argentina ya están hechas pero la diferencia es enorme», señaló.

«Lo más lindo que tiene este deporte es jugar, después ser entrenador porque estás cerca de la cancha y finalmente ser dirigente que es un laburo ingrato. Te putean de todos lados» (Horacio Herrera).

La Superliga Americana de Rugby 2021

«Algunos se enojan y dicen ‘están vendiendo el rugby argentino’ y otros están de acuerdo. La decisión de hacer la Superliga es muy importante y cada uno tiene su forma de verla. Yo lo veo a mi sobrino (Leopoldo Herrera) que está jugando y está feliz. Está bien que al club le sacan algunos jugadores pero si ustedes tuvieran 20 o 21 años ¿no les gustaría jugar en Paraguay por un par de meses?. Después, mi otro sobrino solo quiere jugar en la Primera del club, y está bien porque los clubes van a seguir como siempre. Yo sigo colaborando y entrenando a la M9 de mi club. El voluntariado tiene que seguir y sin dudas es lo más difícil de conseguir en otros países sin tanta cultura de rugby. Lo que nosotros tenemos en los clubes no existe. Somos como familias grandes, con un sentido de pertenencia que hay que mantener, pero tampoco podemos decirle a otros países que esa es la receta porque ellos tienen otra realidad y tienen que buscar su propio camino», explicó Herrera.

«La pandemia nos pegó a todos. Uno de los desafíos para este año es volver al juego. La misma SLAR implica mucha logística y uno asume el desafío como prestador de servicios profesional. Se tomó la decisión, nos juntamos y fuimos para adelante. Detrás de todo esto hay horas de reuniones para lograr todo lo que desactivar la SLAR 2020 y empezar a armar la de 2021″ dijo Del Castillo.

«La SLAR va a ser inspiradora. En 2007 veíamos las ligas profesionales de afuera y no nos imaginábamos llegar a esto. La SLAR tiene un futuro muy grande y aunque no podamos llegar a competir económicamente con las de Europa, si podemos darle a los jugadores sudamericanos un lugar para competir en un alto nivel de rugby», afirmó el Chacho. «Hicimos las cosas ordenadas y en equipo. La UAR nos apoyó y hemos podido armar seis equipos muy parejos. Yo creo que vamos a disfrutar un gran torneo. La pandemia nos complicó pero la vamos a sacar adelante y va estar espectacular», agregó.

«Arranca el 16 de marzo en Chile, en Santiago, donde las delegaciones van a estar aisladas en un hotel de altísimo nivel. Solo se va a poder salir a entrenar como ya hicimos en el Sudamericano y el seven del año pasado. Venimos hablando con todos los equipos para resolver todos los detalles. Por ejemplo hoy con la gente del hotel hablamos de la conectividad que hace falta para que los jugadores estén cómodos y de los lugares que necesita cada equipo para pasar el tiempo dentro del hotel. Todo eso sumado a los cuidados y los permisos sanitarios. Por suerte hemos encontrado mucha solidaridad de parte de todos los equipos para trabajar sin egoísmos», continuó.

«Vamos a jugar cada 4 o 5 días, cuidando la seguridad de los chicos y los partidos, en principio, está previsto jugarlos en triple jornada. En Chile hay toque de queda a las 22 pero si hace falta nos van a dejar jugar. Igual eso no está totalmente definido porque por ahí la producción nos pide cambiar algún partido para tener mayor audiencia. Eso se va a ir resolviendo en las próximas semanas», contó el cordobés.

Rosario y Córdoba en la Superliga

«Creo que el crecimiento de la Superliga es una posibilidad pero ahora hay que ver como sale esta, paso a paso. La competencia con el seleccionado era lo que en aquel momento funcionaba, después se empezó a caer y quedaron solo los juveniles. Por ahí los jugadores no tenian tantas fechas disponibles y llegaban al Argentino fundidos. ¿Si me imagino a Rosario en la Superliga? Me encantaría porque si hay algo que me faltó a mi y a mis compañeros del seleccionado de Rosario fue ganar un Argentino. Perdimos creo que tres finales y era una experiencia muy buena poder compartir con jugadores de otros clubes. Todo eso era muy bueno pero a veces, lamentablemente, todo no se puede», respondió Del Castillo.

«Nosotros, con el grupo del seleccionado de Córdoba de los 90, estamos siempre en contacto. Tenemos un grupo espectacular, nos juntamos y tengo grandes amigos. Yo creo que los jugadores de rugby tienen su techo, para algunos es la preintermedia y disfrutan ahí, otros la Primera, otros el seleccionado provincial y otros el Nacional o lo que sea. Después la UAR debe decidir que quiere hacer con su competencia interna. Nosotros pensamos que la liga va a hacer crecer a todo el rugby de los países involucrados, gracias tambien a los jugadores argentinos que van a subir la vara en cada franquicia. Respecto a los seleccionados provinciales tiene que haber una reflexión de la UAR para buscar la mejor competencia interna. Es un debate que viene desde hace años y en el que encima nadie quiere ceder y cada uno, según sus realidades, lleva leña para su asado. Es una frasada corta, de algún lado te vas a destapar».