«El rugby es aprender a tener confianza en los otros y que los otros te tengan confianza»

Además de ser un buen segunda línea del Buenos Aires Cricket & Rugby Club en los años 80, el Dr. Christian Plebst, nacido en Buenos Aires en 1965, se graduó con Diploma de Honor de la Facultad de Medicina de la Universidad Buenos Aires en 1989 y tiene una destacada trayectoria en su profesión de neuropsiquiatra.

Plebst (cuarto de arriba desde la izquierda) y un equipo de Biei en los 80. (Foto: Frankie Deges)

A través de su fan page de Facebook, Plebst compartió un video de 3′ de una entrevista que brindó tras una charla en el Pico Rugby Club de La Pampa de la que vale la pena destacar algunas frases.

«Podría hablar del impacto y las implicancias que tiene un juego como el rugby en la formación del carácter y los valores, y como aprovechar lo que tienen acá en Pico. Es una oportunidad enorme tener un club con sede propia, con historia».

«Gran parte de sentirse bien con uno mismo tiene que ver con la contención que uno tiene desde que nace y desde la infancia. Eso es pertenencia, es propósito, es confianza, es compartir, es formación en identidad, en valores y de los deportes que conozco uno de los que más fuertemente forman y dan esa oportunidad es el rugby».

«Es uno de los deportes que más te confronta y templa el carácter por tener que jugar a la intemperie, en invierno, por el roce que tiene. Exige un trabajo de poder dar rienda suelta a las emociones y a la intensidad que tiene el juego y a la vez hacerlo de manera templada y controlada«.

«El rugby es la formación para la vida porque es como vos aprendés a confrontarse con desafíos y mantener el eje. A la vez lo hacés acompañado, a la vez es aprender a tener confianza en los otros y que los otros te tengan confianza. Es un deporte que forma no para ganar sino que el éxito es armar grupos humanos saludables que se desafían y literalmente tiene que ver con la formación de algo que es el ser del equipo».

«Una cosa son jugadores, otra cosa son chicos que se juntan para jugar juntos, otra cosa es un equipo y otra cosa es armar un equipo que tiene mística y que despierta como el ser que está por encima de la individualidad de cada jugador«.

«El jugador no está jugando por su lucimiento personal sino que entiende que la maquinaria del equipo funciona cuando se encuentra ese punto de equilibrio entre lo que ellos ponen y lo que eso se potencia cuando lo entregan en beneficio del equipo y eso vuelve con mayor fuerza»

La entrevista