Juan Martín Berberián: «Se puede jugar al rugby y estudiar, hay tiempo»

Para los más memoriosos Juan Martín Berberián fue un destacado jugador marplatense, que tuvo una buena trayectoria en Los Pumas 7s y jugó profesionalmente en Francia. Lo que por ahí no muchos saben es que formó su familia en ese país y desde 2012 trabaja en Provale, el sindicato de jugadores de rugby profesional en Francia.

El invitado de #EdenPark de esta semana, de 43 años, contó en una extensa charla como es el trabajo de ayudar y asesorar a los casi 850 jugadores afiliados que tiene la institución para la que trabaja en dos funciones: la red de socios y las finanzas.

La charla completa con Juan Martín Berberián en en el canal de twitch de Eden Park

Los comienzos: «Empecé en Mar del Plata, jugué muchos años en mi club, Mar del Plata Rugby Club, en el seleccionado con el Campeonato Argentino y el Seven de la República, una época hermosa. Después tuve la ambición de ir a probarme a un campeonato más interesante como el de Buenos Aires. Yo ya había empezado en el seven de Los Pumas en el 2000 y conocía a varios chicos como Federico Martín Aramburu, Martín Gaitán y otros. Por eso elegí el CASI y pasé tres temporadas espectaculares».

Su partida a Francia: «Vine en 2005 a Perpignan remplazando a un chico que estaba lesionado y cuando llegué tuve una lesión en un tobillo y no pude jugar mucho. Igualmente firmé en Bayonne pero allí también seguía lesionado, no me renovaron y me fui a España, a Valladolid, (al VRAC) donde pasé unos meses espectaculares. De ahí volví a Francia, a ProD2, a Blagnac y me fue bien. Fue el nivel en el que sentí más cómodo aunque en el segundo año descendimos y seguí jugando en Federale 1«.

Antes de emigrar a Perpignan Juan Martín Berberián jugó el Sudamericano del 2005, en Buenos Aires, en el que disputó dos partidos ante Chile y Uruguay.

El rugby de la División Federale: «Es my duro físicamente pero el juego es más lento y también un poco más sucio, de cagarse un poco a palos. Quizás ahora no pasa tanto pero antes era más o menos como el viejo rugby francés».

El sindicato: «No es obligatorio. Mi misión es presentarlo en los clubes y que los jugadores se unan para hacer un poco un contrapeso del sistema. Es como que cada año empezamos de cero aunque ya la organización es bastante conocida. Seguramente si el rugby profesional sigue evolucionando en Sudamérica en algún momento tendrá que haber una estructura como la nuestra».

Su trabajo: «Tenemos servicio de asesoramiento para gestionar los contratos y el manejo de las finanzas. Estuve 6 años dedicado a eso y ahora también con la red de jugadores me ocupo de ir a los clubes presentando el sindicato»

Juan Martín se inició en Mar del Plata RC, integró el seleccionado marplatense y estuvo 3 temporadas en el Club Atlético San Isidro. Luego emigró a Europa donde jugó en Perpignan, Bayonne, ambos en el Top 14, VRAC de España y Blagnac en el ProD2 y Federale 1.

Como llegó a Provale: «Un poco lo busqué. Estaba la posibilidad de volver a Argentina pero conocí a mi mujer, eso me impulso a quedarme y al ser abogado es como que me pude vender bien porque acá es bastante difícil encontrar jugadores que hayan estudiado. Ahora que lo pienso muchos tenían oficios pero acá nunca tuve, como en Argentina, compañeros que fueran abogados, médicos o arquitectos. Seguramente eso y el hecho de manejar idiomas me abrieron la oportunidad».

Berberián en el CASI y Los Pumas 7s

La reconversión del jugador: «Es uno de los trabajos del sindicato. Acá el que empieza joven, en un Centro de Formación, generalmente estudia carreras cortas, hace algún curso, más que todo para ser entrenador o algo vinculado a la preparación física, pero no carreras como las que estamos acostumbrados en Argentina. No es que sea mejor o peor pero es otra cultura y con el sindicato trabajamos mucho en esa reconversión del jugador».

«La carrera profesional promedio de un jugador es de 7 años, después hay lesiones o baja la performance. Entonces llegás a los 33, 34 años y aunque hayas ganado plata, si no estás preparado la podés invertir mal. Por suerte, ahora la tendencia es que los jugadores están mucho más interesados en su formacion«.

Los jóvenes: «Un buen momento para venir a probar el profesionalismo, hoy por hoy, son los 18, 19, 20 años en un Centro de Formación. No es fácil pero te podés dar el lujo de venir a hacer un año de prueba y tener una visión del rugby profesional. Después seguís o estás tiempo de volver a Argentina con 20 o 21 años. Como me vine yo, a los 27 o 28 años, si no tenés estudios y estás pensando en vivir del rugby profesional es un poco más arriesgado, salvo los jugadores que ya están en un nivel como los de Jaguares».

El cap salarial: «Algunos clubes prefieren pagar la penalidad pero el cap salarial hay que respetarlo. Despues hay medios que usan los clubes para renumerar al jugador con otras opciones que no son salario, como los derechos de imagen en los casos de los jugadores más importantes. Son accesorios y sociedades anexas que son legales y permiten saltar el límite salarial».

«La remuneracion de los jugadores ahora se estabilizó pero tuvo un salto muy grande, igual que los sistemas de entrenamiento y las estructuras de los clubes».

En Los Pumas 7s empezó en el 2000, jugó 62 partidos por el Circuito Mundial en los que marcó 32 tries y formó parte del equipo que llegó a cuartos de final del Mundial de Hong Kong, en 2005.

La relación con los clubes: «Nosotros trabajamos en muchos aspectos que no se ven. Cuando al jugador le está yendo bien por ahí no le da tanta importancia, pero ya tiene muchos derechos adquiridos como las vacaciones o el salario mínimo. Para los jugadores a es algo normal por eso realza más nuestro trabajo en otros aspectos como la comisión médica, donde estudiamos el tema de las lesiones, las conmociones cerebrales y los seguros. Y también la formación, porque tenemos un fondo para que accedan, por ejemplo, a escuelas de negocios que son muy caras. Cuando les tocan de cerca estos temas los jugadores se dan cuenta de lo necesaria que es contar con una estructura como la nuestra».

Niveles: «Con Federale 2 y 3 no tenemos tanto contacto. Trabajamos mucho con Top 14, ProD2, Nationale, Federale 1 y también con el rugby femenino que creció muchísimo. Claramente los problemas son diversos. Por ejemplo en Federale 2 y 3 no hay contratos y están por fuera del derecho laboral. Allí más que todo trabajamos en problemas de lesiones o algo específico que nos pidan».

Las figuras: «Generalmente tienen un agente que les soluciona problemas y les da lo servicios que necesitan de manera más personalizada. Por ahi nos van a consultar más los de nivel medio, aunque todos se benefician de lo que nosotros negociamos colectivamente, sean socios o no. Son convenciones tripartitas con los clubes y la Federación».

Los dueños de los equipos: «La relacion es buena. No somos un sindicato de presión o que vaya a hacer una huelga, no funcionamos así. Nuestra misión es negociar a través de un modelo de trabajo más colaborativo y de asesoramiento«.

Berberián en Bayonne

Los agentes: «Algunos nos consultan y en general tenemos buena relación. Siempre pueden aparecer problemas o algún chanchullo pero en general con los que manejan grupos grandes de jugadores tenemos buena relación».

Inversiones: «Hay una diferencia muy grande entre los jugadores estrella y el jugador medio para abajo. En inversiones generalmente buscamos la diversificación, que los jugadores no pongan todos los huevos en la misma canasta. Invertir en formación, diversificar y no meterse en cosas complejas cuando necesitan que su mente este tranquila para que no perjudique su performance. De todos modos son cuestiones muy individuales que van de acuerdo a la edad y los objetivos de cada jugador».

«Se puede jugar al rugby y estudiar, hay tiempo. Si sos profesional y te la pasás el resto del tiempo jugando a la Play Station, la pagás»

El trabajo diario: «Nuestra energia hoy esta concentrada en desarrollar programas que beneficien al colectivo. Por la pandemia hoy hacemos todo virtual, ya sea individual o grupal. Este año hice todas las visitas a los clubes y tratamos de mantenernos en contacto. Los jugadores muchas veces necesitan estar acompañados en cuestiones personales que no quieren compartir dentro de su ambiente de trabajo. También tenemos una célula de psicólogos que trabaja con adicciones como las apuestas o el alcohol».

El doble proyecto: «La División Federale hace un año que no juega y eso es duro, sobre todo para algunos jugadores que solo se dedican al rugby. Hoy los clubes están apuntando mucho al doble proyecto porque consideran que ayuda al rendimiento deportivo. Es como que el jugador refresca la cabeza afuera del juego. A mi me pasó, si pensás en rugby todo el tiempo, cuando te perchan o te lesionás te caes mentalmente. Si tenés otra cosa para despejarte te ayuda».

«Este año, con el covid, tuvimos una baja importante de sueldos y tambien hubo problemas con las vacaciones y los descansos, por la reprogramacion de los partidos».

El rugby femenino: «Tenemos mujeres que trabajan en Provale pero para atender a las jugadoras trabajamos de manera indistinta. Yo tengo clubes asignados y justo ahora tengo que hacer las presentaciones. El equipo de Francia anda muy bien y hay muchas chicas que son muy profesionales pero obviamente tienen otros problemas que los jugadores del Top 14. Por ahí reclaman que no tienen vestuario, aunque parezca increíble, u otras están buscando trabajo».

Los jugadores internacionales: «Estamos a la expectativa sobre todo cuando el jugador vuelve de su seleccionado. Si sus compañeros estaban de vacaciones ese jugador debe tener el descanso que no tuvo. Ahí puede haber un alerta al club para que se respeten los convenios. Nosotros tenemos un cuadro en el que tomamos el tiempo de juego que va acumulando cada jugador y generalmente las lesiones importantes coinciden cuando ese jugador jugó mucho sin descansar».

El rugby argentino: «Es una lastima que se haya cortado el envión de Jaguares y que muchos jugadores hayan tenido que venir para acá. Ojalá que eso sea una oportunidad para que aparezcan nuevos jugadores y que se rearme todo».

La violencia en el rugby argentino: «Pienso que son casos aislados. La gente que conoce y es inteligente sabe que no es la generalidad. Acá fuera de la cancha no hemos tenido problemas de ese tipo, si por ahí individuales con algún extranjero o algún incidente con el tema del alcohol, pero no mucho».

Los tuits de los jugadores de Los Pumas: «Creo que fueron bien defendidos y que la gente se dio cuenta que fue algo que pasó hace mucho tiempo. Fue bien visto que hayan pedido perdón, eso es muy valorado acá«.

Redes sociales: «Tenemos una formación hace 2 o 3 años de redes sociales y gestión de la imagen. Hay muchos entrenadores que han reconocido que miran las redes del jugador antes de incorporarlo. Para mi no reflejan tanto la realidad pero es así».

Los entrenadores: «Buscamos tener buena relación con ellos para que cuando los visitemos nos abran las puertas, Mauricio Reggiardo, por ejemplo, siempre nos recibe muy bien. De todos modos ellos tienen su propio sindicato que se llama Tech XV«.

Los ex jugadores: «Hay un grupo de trabajo para apoyar a ex jugadores que tienen problemas. Por ejemplo este año tuvimos el caso de Christophe Dominici. El problema por ahí es como detectar e identificar esos problemas pero trabajamos para acompañarlos, incluso financieramente».

«Uno ve los partidos y no se da cuenta quién es el jugador que no está, que se lesionó. Se da cuenta después pero es normal porque es un deporte de contacto en el que las carreras son cortas».

El trabajo de Provale: «Hay unos 35 jugadores profesionales en cada club. Si tenés 2 o 3 por equipo con alguna problemática ya son casi 100 jugadores que necesitan nuestra ayuda. En total en la organización trabajamos 15 personas y hay un grupo de jugadores en actividad, entre ellos Rodrigo Capó, que forman el Comité que toma las decisiones. La sede está en Toulouse porque es la región donde el rugby históricamente está más concentrado y funcionamos con el aporte voluntario de los jugadores, que es más simbolico que otra cosa, y con subvenciones que nos permiten mantener la estructura».

Inglaterra: «Tienen un sindicato muy bueno (RPA) en el que cada miembro atiende solo a dos clubes y va todas las semanas. Estamos mucho en contacto con ellos para intercambiar ideas».

Las conmociones cerebrales: «Cada año presentamos el tema. Ahora Cameron Pierce, un canadiense que tuvo lesiones de este tipo, se sumó al equipo. Los protocolos cada vez son más exigentes y exigen estudios más completos pero es importante respetarlos porque los daños son irreversibles. Llevamos jugadores testigo a los clubes que cuentan las secuelas que sufren. El tema de la salud es clave para nosotros».

La relación con World Rugby: «Nuestro jurista asiste a las reuniones de comisiones de World Rugby. No es un vínculo fluido pero estamos presentes».

Los conflictiva relación entre la LNR y la FFR: «Siempre tratamos de inclinar la balanza para el lado del jugador y ver que impacto tienen las decisiones que se toman para el jugador. Tratamos de escuchar y ayudar».

La experiencia personal: «Es algo que también vale. Yo tuve lesiones y se lo que es que no te renueven un contrato. Tuve momentos de altos y bajos, como todos».

Los isleños: «Son baratos y corren muy rápido jaja. Muchos se ofrecen porque quieren venir y lo hacen con pocas exigencias. Viven de a 4 o 5 en una casa. Atléticamente son tremendos, pero en general la adaptación para ellos es mas difícil que para nosotros. Con Dan Leo y su organización (Pacific Rugby Welfare) se que hubo intercambios, yo no estuve pero los directores si. En general seguimos mucho a los isleños y muchas veces los agentes nos llaman para que los ayudemos».