Rugby y vinos: dos pasiones que se unen

Una línea de vinos que busca expresar el significado que el tiempo y la amistad tiene para quienes disputaron mil batallas durante años dentro de una cancha de rugby. Ese es el espíritu con el que hace poco más de un año nació en Argentina 2456 wines y hace unos meses surgió en Australia Backline Wines.

Eusebio Guiñazú, Manuel Carizza, Patricio Albacete y Julio Farías tomaron como referencia los números que llevaban en sus camisetas de Los Pumas para formar 2456 wines; mientras que Matt Giteau, Drew Mitchell y Adam Ashley Cooper compartieron durante varias temporadas la línea de backs de los Wallabies. De ahí surge Backline Wines.

La fortaleza y el cuerpo de los forwards argentinos y la elegancia de los backs australianos quedan reflejados en cada una de las líneas de vino puestas a la venta en distintos países del mundo, a través de la web.

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2456 wines cuenta con el asesoramiento profesional de Pepe Reginato y lanzó recientemente su cosecha 2018: un Blend de tintas y un Malbec, ambos elaborados con uvas del Valle de Uco. El proyecto había tenido su puntapié inicial en 2019 con un espumante 100% Semillón y un Blend de Malbec y Petit Verdot.

Backline Wines tiene como winemaker a Ben Riggs y entre sus productos presenta un rosado 2020 bautizado Pilou Pilou, un Syrah 2018 (Block Raiders), Un Cabernet Blend 2018 (Je Fais) y una línea exclusiva de Syrah 2018 bautizada 295, aunque a diferencia de los argentinos estos números no son los que usaban sus caras visibles sino el de la gran cantidad de partidos internacionales que acumulan entre los tres socios.

Si algo tienen en común estos dos proyectos, además del rugby internacional, es que ambos nacieron en países productores de vino y también tienen un fuerte vínculo con Francia, el país vitivinícola por excelencia y en el que todos los rugbiers involucrados jugaron durante buena parte de sus carreras deportivas. Incluso Manuel Carizza sigue viviendo en Biarritz.

Adam Ashley Cooper y Drew Mitchell.

Un club de rugby y vino

Otro que viene de un país con buen vino como Sudáfrica es Pieter De Villiers, quien no solo jugó mucho tiempo en el rugby francés sino que representó a nivel internacional a Francia antes de ser parte del staff de los Springboks y de Escocia. El ex pilar de Stade Francais viene de una familia bodeguera propietaria de Darling Cellars, en Ciudad del Cabo, y es uno de los inversores de Domaine Montgros, cerca de Montpellier.

De Villiers ya había creado Mas Angel sur Faugères (cerca de Beziers) con 99 socios, incluido Sylvain Marconnet, otro pilar internacional francés, y decidieron generar un área exclusiva llamada El club de rugby 16ème Homme un espacio reservado para socios de Domaine Montgros y Terra Hominis.

Entre sus socios aparecen figuras como Benoît August, Laurent Cabannes, Didier Camberabero, Oliver Magne, Rémy Martin, el neocelandés Andrew Mehrtens y Vincent Moscato, entre otros.

Rugbiers y bodegas con estilo francés

Después de una extensa carrera internacional, el ex segunda línea francés Olivier Brouzet está al frente de Château Haut-Francarney en la marca Canon-Fronsac (cerca de Bordeaux) que en su mayor parte se exporta a Estados Unidos.

Olivier Brouzet.

El gran Jean Pierre Rives es escultor, artista plástico y también compró en 2011 una finca de treinta hectáreas (La Chaussée) en el macizo de Corbières, frente a la Abadía de Notre-Dame de Gaussan.

En ese proyecto se involucró también Gerard Bertrand, ex jugador de Narbonne y Stade Francais, hijo de un enólogo y a cargo de Villemajou, la finca de su padre en Corbières, desde donde se convirtió en un exitoso hombre de negocios y un referente del mundo del vino con 16 viñedos y bodegas a su cargo en el Sur de Francia.

Gerard Bertrand.

Otro exitoso winemaker, es Olivier Dauga, ex segunda línea de Cognac y el Batallón de Joinville, nieto de un enólogo y establecido en la región de Burdeos donde es un destacado consultor de vinos.

Jacques Brunel, ex entrenador asistente de Francia y head coach de Perpignan y de Italia, es de Courrensan, en Gers, donde se producen muy buenos vinos blancos; Jean-Baptiste Lafond, crack francés de los 80, encabeza una empresa familiar en Burdeos y Fabien Pelous, capitán histórico de Toulouse y Francia, tiene su propio vino en Bordeaux y es accionista en una bodega en Saint-Emilion.

El vasco Imanol Harinordoquy es uno de los propietarios de un bar de vinos en Biarritz, Les Contrebandiers, el pilar Jean Baptiste Poux es uno de los socios de JBK Vin, Yannick Jauzion se unió a La Maison Bertrand Ravache para hacer una línea de Gaillac rosado y rojo denominada Aligança y Jacky Lorenzetti, presidente de Racing 92 es propietario de Châteaux Pédesclaux y Lilian-Ladouys.

Yannick Jauzion.

Finalmente, otras marcas de vino son las de figuras como Sebastian Chabal y Olivier Merle, y clubes como Toulon, Stade Francais y Clermont, entre otros.

Springboks y All Blacks

Sudáfrica no solo es el actual campeón del mundo de rugby sino que es otro país productor de muy buenos vinos y una de sus figuras emblemáticas dentro de la cancha fue Schalk Burger, cuyo padre y homónimo es propietario de Schalk Burger & Sons, en la Welbedacht Wine Farm (al norte de Cape Town) ademàs de impulsor del Sporting Wine Club, un emprendimiento a través del que comercializan y relacionan sus vinos con los socios y otras figuras del deporte, entre ellas nada menos que Lionel Messi, cuyos vinos son elaborados por la bodega mendocina Bianchi, y el célebre medio scrum galés Gareth Edwards con su whisky That Try.

Schalk Burger padre e hijo.

Entre los productos de los Burger se destaca No.6 un blend de Syrah, Petit Verdot, Malbec, Mourvedre, Pinotage y Viognier. Además, Schalk Burger & Sons apoya a un club de rugby de la zona (Evergreen Rugby Club) que recibe un porcentaje de cada botella vendida a través de Sporting Wine Club en el Reino Unido.

El ex internacional inglés Simon Halliday tiene un blog dentro del sitio en el que también se puede encontrar, por ejemplo, la marca de gin personalizada del ex segunda línea escocés Doddie Weir y la que comparten como socios Mike Rhodes y Pat Cilliers.

Otra familia de winemakers es la del ex pilar de los Springboks Hempies Du Toit, propietario de Annadale Wine Estate, en Stellenbosch. Otro con pasado de rugbier y presente en el mundo del vino es Boland Coetzee, dueño de Vriesenhof.

Hempies Du Toit.

En Sudáfrica, una importante bodega de la zona de Stellenbosch es la del golfista Ernie Els quien elabora la marca SA Rugby en tres varietales, syrah, cabernet y sauvignon blanc. De ese origen es también Ballybosch, la marca que comparten los internacionales Ruan Pienaar y Robbie Diack. El vino es de la bodega sudafricana Brenaissance y se exporta principalmente a Irlanda del Norte, donde ambos hicieron gran parte de su carrera jugando para Ulster.

En Nueva Zelanda, en la zona de Otago, en la Isla Sur sobresale Peregrine Wines del ex árbitro internacional Lindsay Mac Lachlan y en Hawkes Bay está Junction Wines, del ex all black John Ashworth, como dos de las bodegas de rugbiers más destacadas.

John Ashworth.

En definitiva el rugby y el vino son dos pasiones que tienen muchos puntos de contacto y estos son solo algunos casos emblemáticos de quiénes trasladaron toda su entrega dentro de la cancha a un mundo apasionante en el siguen jugando en equipo, luchando contra los imponderables de la naturaleza y sobre todo levantando copas y disfrutando de los buenos amigos, como en el mejor tercer tiempo.