«Que 20 años no es nada..» dice la canción pero en este caso fueron dos décadas de muchas vivencias y sobre todo muchos tries aunque si es cierto que pasaron rapidísimo, tan rápido como corría su protagonista: Santiago Gómez Cora.
«Septiembre del 2000» recuerda y con precisión agrega detalles: «Me llamó Morena (Abad) para ir al ten de Malasia. Viajamos un 3 de septiembre».
Estaba en una plaza con Mariano Baud, compañero del club, corté y le dije ‘me llamaron a Los Pumas’. Yo nunca había estado en una preselección de nada, de Lomas fui directo a ponerme la celeste y blanca».
La convocatoria fue una sorpresa y el talentoso wing de Lomas, a los 22 años, ni se imaginaba lo que estaba por venir: «No me dedicaba, entrenaba solo martes y jueves en el club. Una vez que me convocaron empecé a dedicarme más pero no me lo esperaba. Cada convocatoriia me sorprendía y jamás me imaginé todo lo que vino después. No era de esos jugadores que decía ‘mi anhelo es jugar en Los Pumas’. Siempre trato de, si tengo un entrenamiento hacer el mejor entrenamiento posible, no miro más allá».
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El record de tries
Durante años Santi fue el máximo anotador de tries del Circuito Mundial con nada menos que 230 conquistas en 214 partidos de seven jugados entre 2000 y 2010. Entre los argentinos lo sigue Franco Sábato que «apenas» hizo 120.
«A Franco (Sábato) le dije que no me iba a alcanzar. La verdad para mi no habría nada más lindo que pueda superarme porque además eso hablaría muy bien de mi. Lo mismo dije cuando me sacaron el record, me saqué un peso de encima porque tan malo no soy como entrenador y me preguntaban todo el tiempo del tryman aunque ya llevaba cuatro años entrenando. Yo ya se lo que hice dentro de una cancha y en este caso soy consciente de que pude acompañar y estar a la altura de los grandes equipos de los que formé parte», destacó.
El record de Gómez Cora fue superado en 2017 y hoy está cuarto detrás del inglés Dan Norton (354), el keniata Collins Injera (279) y el neozelandés Tim Mikkelson (239).
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La evolución del juego de seven
Gómez Cora acredita 10 años como jugador de Los Pumas 7 en los que disputó dos mundiales (2005 y 2009) y otros 7 como head coach en los que ya tiene encima dos Juegos Panamericanos, un Mundial y los Juegos Olímpicos de Río: «Obviamente hay funciones específicas como el juego con el pie, la definición o la obtención, pero antes el juego duraba dos o tres fases y como wing la agarrabas y te jugabas el duelo o ibas al piso a hacer un ruck y no tenías más funciones hasta dentro de un rato. En mi vida, en 10 años de jugador, nunca limpié un ruck, como mucho me apoyé alguna vez. Hoy se juegan más minutos netos y el juego te obliga a hacer entre 6 y 8 acciones en una misma jugada y con un cambio de rol cada 5 o 6 segundos o menos. Si un jugador no sabe limipiar un ruck, por más que sea el más rápido del mundo, es muy difícil que esté dentro del equipo».
El juego en estos 20 años cambió un montón. A mi me divertía mucho más el otro y yo no podría jugar en éste por la cantidad de cosas que hay que hacer. Siempre digo que ahora hay que tratar de tener un jugador similar a una reina del ajredrez, capaz de hacer todos los movimientos»
Jugar con su hermano
Los Pumas 7 ganaron dos etapas en la historia del Circuito Mundial: Los Ángeles 2004 y San Diego 2009, ambas con los hermanos Gómez Cora como protagonistas: «Las dos etapas que ganamos las compartí con mi hermano, Pablo. Ël fue un gran artífice de mi carrera porque yo en un momento había dejado y ne impulsó a seguir. Jugar con tu hermano mayor te hace sentir una protección extra. La verdad es que fue siempre un gran compañero».
Tantos éxitos en el seven llevaron al mayor de los Gómez Cora a Los Pumas. Fue en el 2004 y en una circunstancia muy curiosa: «Habíamos salido cuartos en el Circuito Mundial y nos dieron un premio. Fuimos todos Los Pumas 7 a Vélez y en ese partido con Gales se lesionaron varios, fue una carnicería, y del estadio se iban directamente de gira. Vinieron y nos dijeron ‘no se vayan que hay dos de acá que viajan a Nueva Zelanda’. Los convocaron a Pablo y al Cubano Bosch y yo, el antihéroe, tuve que irme a Banfield a buscar la ropa, el pasaporte y los botines de mi hermano para llevárselos a Ezeiza».
Su sucesor y los líderes del equipo actual