Rodolfo Ambrosio: «Acá no hay boludos, todo el mundo si tiene competencia va a crecer»

«Ya estoy grande» dice Rodolfo Ambrosio en el arranque de la charla con #EdenPark. El cordobés, de 59 años, será el head coach de Cafeteros Pro en la próxima Superliga Americana de Rugby y también entrenará a Los Tucanes de Colombia en la qualy del Mundial 2023.

«Yo cuando empecé a entrenar en Tala fue porque justo me había retirado, tenía 35 o 36 años, pero me había puesto en la cabeza que para llegar a entrenar selecciones había que esperar años. Acá muchas veces quemamos etapas pero si vos ves hoy los entrenadores de Inglaterra, Nueva Zelanda, Irlanda, son todos contemporáneos míos. Por eso para mi fue bueno entrenar Tala el año en el que volví a Argentina, después me volví a Europa, entrené equipos, volví a la UAR, entrené Los Pumitas y cuando di el salto para entrenar Brasil ya tenía más de 50 años. Todo eso me permitió ir creciendo, pero por el otro lado nunca dejé de estar en contacto con chicos de 20 años. No es que me siento ajeno sino que uno se va adaptando a las nuevas generaciones», cuenta el ex centro o apertura que además de Tala jugó en San Dona y CUS Roma, en Italia.

Con toda su experiencia y la frontalidad que lo caracteriza, el cordobés habló en vivo a través del canal de twitch de Eden Park de todos los temas de actualidad a pocos días de viajar a Medellín para asumir el nuevo desafío en el rugby colombiano.

La entrevista completa con Rodolfo Ambrosio en #EdenPark

Su experiencia en Los Pumitas: «Cuando volví de Italia estuve un año en el Pladar de Córdoba, después dos años como director del Pladar y en 2012, 2013 y 2014 entrené a Los Pumitas. Hubo una camada muy especial, la 93, adonde estaba Julián Montoya, Isa, Lavanini, Ezcurra, Matera, Cordero. Algunos jugaron dos mundiales y otros jugaron tres porque mezclados con esa camada, en el 2013 en Francia, jugaron Montoya, Lavani y Petti, Lezana, Isa y Matera; después estaba Felipe Ezcurra, jugaba Boffelli y Cordero. No hacía falta un entrenador».

Su salida de Brasil: «Muchos medios dijeron que yo me fui de Brasil por problemas económicos y eso no es verdad. Yo venía presentando proyectos año tras año para el crecimiento de Brasil y ellos me dijeron ‘hasta acá llegamos’, por eso di un paso al costado. Uno no puede crecer como creció Brasil y después dedicarse a decrecer. En el Norte de Brasil hay una región, arriba de Maceió y de Recife, en la que el Comité Olímpico Brasileño descubrió que los inmigrantes que llegaron de África son los mismos que llegaron a Jamaica, o sea cuando pasaban vendían a los esclavos en el Norte de Brasil y en el Caribe.  Yo proponía armar un Pladar allí, donde nadie tiene idea de lo que es el rugby pero tienen tamaños impresionantes y son velocistas. Yo proponía armar un seven, que va a demorar 5, 6, 7 años hasta formar gente. Pero una Academia de Alto Rendimiento en esa zona hubiera sido un golazo, son millones de habitantes y se podría haber aprovechado mucho la genética».

Cafeteros Pro: «Es una cuestión de tiempo. Para mi Brasil y Colombia son dos potencias, por la cantidad de habitantes y la genética que tienen, pero depende de la paciencia que tengan. Tienen todos los medios y empiezan muy alto, con una liga profesional muy exigente. Si no tienen competencia no van a crecer pero ahora van a crecer a la fuerza. En 2010, cuando empezamos a ir a Sudáfrica, se desarrolló a Creevy, Nico Sánchez y muchos de los que han sido Pumas hasta hoy, pero la primera vez que fuimos a la Vodacom el equipo no clasificó. Recién el segundo año, ya con competencia, terminamos ganando la Vodacom. Hay que darle tiempo y que la expectativa no sea ser este año el mejor equipo de la liga. Colombia ha sido el equipo que más alejado ha estado de la competencia sudamericana, ya sea por distancia o por desarrollo. Si tienen paciencia y ganas de trabajar, tienen futuro, pero no inmediato».

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«Argentina es un país difícil y uno va cumpliendo ciclos. Yo estuve 23 años en Europa y es como que los ciclos no terminan nunca. acá después de un tiempo empiezan los problemas. Yo quiero a mi país pero nosotros somos difíciles y se había cumplido un ciclo. Mi decisión fue dar un paso al costado, renuncié y a las dos semanas ya tenía la oferta de Brasil».

La llegada a Colombia: «Cuando renuncié a Brasll tuve ofertas de Europa y de otros lados pero me agarró la pandemia y ahora surgió lo de Colombia que me pareció un desafío interesante. Y no me atrevo a decir que sea arrancar de cero porque estaría obviando el trabajo que han hecho los colombianos. Hay gente que ha trabajado muy duramente, a los mejor con límites, pero ahora yo estoy para sumar, no para restar. Quiero agregar algo pero no voy ir a voltear todo y empezar de cero».

La idiosincracia de los jugadores: «En Europa siempre hay jugadores de todos lados y los que a mi siempre me parecieron mejores fueron los sudafricanos. Fueron los tipos con los que más de acuerdo iba, eran obedientes, sacrificados y para mi fueron los mejores soldados. Y después en Brasil, sinceramente, los jugadores me cambiaron el humor. Son tipos totalmente divertidos. Uno se tiene que acostumbrar porque vos llegás y pensás que se están riendo, pero uno se acostumbra y ve que se puede trabajar seriamente pero con una alegría distinta. Hasta ahora han sido los que más me han gustado. Es como que el mensaje lo entendieron y se sacrificaron mucho. En 4 años fuimos y le ganamos a Georgia, en Georgia. Ellos se la creyeron. He visto transformaciones, de año a año, impresionantes. Le ganamos a Estados Unidos, a Canadá, ganamos el Sudamericano y eso fue fruto del esfuerzo y el sacrificio de los jugadores».

Colombia: «La parte mental es fundamental en cualquier deporte. Sudáfrica no gana el último Mundial porque es mejor, lo ganó con actitud mental. Eso es sumamente importante y después la información la tiene todo el mundo, lo que te da frutos es la metodología y la pedagogía que adaptás para poder enseñar. Cualquiera que entre a internet mañana te da una cátedra, el tema es aplicarlo metodológicamente, tener una buena planificación y paciencia, porque hay tiempos que son inevitables. A mi hubiese gustado empezar a entrenar Cafeteros en diciembre pero me dijeron ‘no, hasta el 7 de febrero no podés llegar’. Si uno espera que el 7 de marzo haga milagros, es imposible. No va a pasar, nadie es mago. Este año es un puntapié inicial».

«Estar incluidos en esta competencia (La SLAR) es muy interesante pero yo tenía la expectativa de que los jugadores argentinos sean mejor divididos para que sea un producto vendible al mundo y que la liga tenga futuro. Si vos ya sabés quien va a ganar el torneo es menos vendible».

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La franquicia argentina: «Yo pienso que van a ganar el torneo. Tienen jugadores excepcionales, muchos estuvieron en Australia los últimos 3 meses, se están jugando el puesto para la ventana de julio y yo los conozco, no te van a regalar nada. El objetivo es tener, con el tiempo, una liga en la que los jugadores se empiecen a quedar y no se vayan a Europa que después no los vemos nunca más. El ideal sería que muchos en el futuro elijan quedarse acá pero para eso tiene que ser un producto atractivo».

La MLR: «Tenia posibilidades de ir allá pero tenía que viajar antes de junio y por la pandemia no pude. Los tipos me esperaron, estuvieron muy bien, pero al final contrataron a otro. Para mi el futuro sería una liga americana. Ahora Nueva Zelanda y Australia van a apuntar a Japón y a otros países de Asia para buscar el negocio. Todos sabemos que el país con más recursos es Sudáfrica, que bancaba el Súper Rugby y toda la competencia. Nueva Zelanda tiene jugadores pero no tiene recursos y su franja horaria es con Japón, China o Corea. Con los neocelandeses que estaban conmigo en Brasil lo hablábamos permanentemente. Ellos me decían ‘el primer año de Jaguares nos levantábamos a las 2 de la mañana a ver los partidos, el segundo año ya lo veíamos en diferido’. De las economías más fuertes del mundo acá en América tenés dos: Brasil y Estados Unidos. Y son países prioritarios para World Rugby porque son dos mercados muy importantes. Pero para poder armar algo con ellos no tenés que tener solamente la razón vos, tenés que ceder cosas».

El profesionalismo: «En todos los años que estuve en Europa vi que el profesionalismo era todo lo contrario a lo que uno pensaba. El profesionalismo educa al jugador. El otro día me preguntaban por Pablo Matera y él se fue educando. En un equipo profesional europeo si no tenés conducta y educación no podés estar. Acá todavía estamos con el tercer tiempo y tomando fernet hasta las 5 de la mañana, es una cuestión folklórica. No tiene nada de negativo el profesionalismo como tampoco lo tiene el amateurismo, son dos cosas distintas que pueden convivir. Si los jugadores fuesen amateurs no podríamos ver jugar a Crusaders con Jaguares, sería invendible».

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Italia: «Yo me volví a Argentina porque mi amigo Marzio Innocenti, que ahora se vuelve a presentar por quinta vez para dirigir la Federación, perdió las elecciones. Marzio fue capitán de Italia en el Mundial 87 y yo me iba a quedar si él ganaba porque era el único que iba a hacer las cosas como se tienen que hacer. Prefiero no hablar más de Italia porque no concuerdo con muchas cosas que se hicieron en los últimos 20 años».

La región: «Argentina tiene que desarrollar la región. Acá no hay boludos, todo el mundo si tiene competencia va a crecer. Y mientras crece la región lamentablemente los mejores jugadores tendrán que jugar en Europa para no perder nivel. Hoy sería contraproducente que Los Pumas jueguen la Superliga Americana. Hay que poner tiempos y desarrollar la región para que dentro de 10 o 12 años sea como en el fútbol que Sudamérica, con solo medio continente, es tan importante como Europa».

El rugby argentino: «Hay que hacer campeonatos más competitivos y que cada uno juegue donde le toque. El Torneo del Interior tendría que ser como el de la URBA: los 14 mejores en primera, otros 14 en segunda y los demás en sus provincias, pero las uniones no están de acuerdo con eso, quieren privilegiar sus torneos locales. Estamos como el fútbol hace muchos años: los nacionales duraban un mes y el Metropolitano duraba 8 meses. Se puede armar un producto interesante, y cuando el interior crezca Buenos Aires va a decir bueno, hagamos un Top 14 Nacional. Somos el único lugar del mundo en el que jugamos por regiones y el Nacional durá 3 fechas. Y después iría moviendo los seleccionados provinciales porque a lo mejor te permiten después tener 4, 5 o 6 franquicias que pueden jugar a nivel profesional. El Argentino no lo dejaría de jugar».

Las críticas al rugby: «A Pablo Matera y a Guido Petti los tuve 3 o 4 años. Eran los primeros en llegar, se quedaban cuando terminaban, levantaban la mesa después de comer. Nunca vi un comportamiento negativo de ellos. Si escribieron lo que escribieron cometieron un error pero con los años fueron creciendo y hoy son las personas que son. Me pareció que fue toma mediático. Después, con lo del hijo del Facu (Facundo Soler), que es mi amigo, ese fin de semana largo en Córdoba hubo 149 incidentes, en los que hubo 9 muertes, y de lo único que se hablaba era del tema del jugador de rugby. Es una cuestión mediática que espero que pase. Entiendo que no está bien lo que pasó, ni que los chicos se peleen y siempre uno le dice a los chicos que no se metan en quilombos. No conozco ningún entrenador que le haya dicho a los jugadores que hay que salir a pelearse».

Ser dirigente: «Puede ser. Me han ofrecido entrar en partidos políticos pero no me gusta la política y para ser dirigente de la UAR, por ejemplo, te tiene que gustar la política. Es bueno que haya buenos políticos y los respeto, pero no es mi forma. Estoy más apto para ser un director deportivo o algo así».

«No volvería a irme a Italia. He sido abuelo y a Europa no te vas por 2 o 3 meses como ahora va a pasar con Colombia, te vas un año y no ves más a nadie. Ya lo pasé, lo viví y llega una edad en la que a los afectos los querés tener cerca».

Cuando su hijo no quedó en Los Pumitas: «Yo creo que las cosas tienen que ser justas y cuando es así no hay nada para reclamar. Además la vida no se acaba ahí. Al que le toca elegir tiene el derecho de elegir y de ser respetado por lo que elige. Seguramente con elecciones que he tomado algunos me han odiado y otros no. Yo lo único que pido es respeto porque la gente que eligió era seria, correcta, educada e hizo lo que tenía que hacer. Y si te ponés a defender a tu hijo no lo estás haciendo que se supere. Lo mejor es decirle «entrenate más y jugá mejor».

¿Para ser entrenador nacional hay que ser Puma?: «Huevo (Daniel Hourcade) entrenó Los Pumas y no jugó en Los Pumas. Y la de ahora es una camada muy especial, con un sentido de pertenencia muy grande por la camiseta y muchos mundiales jugados. Yo creo que siempre van a poner al que esté más capacitado para que Argentina gane, no hay mucho para discutir».